Si sentimos algún vacío es porque a todos nos han robado algo. Pero ¿acaso ese ladrón no existe o será que, pensando a la Hobbes, el hombre es el ladrón de si mismo? Ese es el tema que trata la obra de teatro Ladrones, de la dramaturga alemana Dea Loher, producida por el Deutsches Theater Berlin y que bajo la direccción de Andreas Kriegenburg se presenta en el teatro Julio Castillo el día de hoy, por último día, después de cosechar éxito en el Festival Internacional Cervantino por tercera ocasión.
La ambigüedad del título de esta obra de teatro, le viene tanto porque la autora ha preferido no explicarlo y porque su estructura es poco convencional. No obstante, la crítica, que la recibió en Alemania de una manera favorable y en México también, ha dicho que "todos los personajes están en búsqueda de algo, algo les falta, a veces es una falta real, otras es imaginaria. No se trata tanto de que salga gente robando pero todos los personajes de alguna manera han sido robadas por ese vacío que sienten", apunta Michael de Vivie, director de la Compañía teatral, en su visita a México.
El Deutsches Theater Berlin fue invitado a México por el Festival Cervantino y el Insitituto Goethe. Entre los tres decidieron traer Ladrones a México porque ha sido uno de los estrenos más exitosos del último año. De Vivie explica: "esta obra cuenta varias pequeñas historias de gente normal que vive en su vda cotidiana con sus conflictos, de tal manera que cualquier persona se puede indentificar con ellos: son personajes que están en busca de su felicidad pero, como siempre, todo termina en un pequeño fracaso", acotó el artista.
"Dea Loher tiene una manera muy poética y exagerada de contar las historias y por eso, a pesar de lo dramático, las historias se vuelven muy graciosas. La gente se la va a pasar muy bien", asegura el director.
Ladrones es una pieza de arte contemporáneo, cuya escenografía sobria es además muy peculiar. Una plataforma movible divide en dos niveles el espacio. La idea general es que el escenario sea una especie de una rueda de molino gigante, solo que mirada desde el interior. La plataforma puede quedar vertical o inclinada, no siempre horizontal, eso permite muchas posibilidades, como cambiar rápido de escenas o presentar dos de manera paralela. La música se utiliza para dar mayor peso al ambiente. La primera parte es muy lúdica con música de los años 20 y al final es más seria con música de Philip Glass.
Una Compañía y un país ejemplares
En México, nuestra Compañía Nacional de Teatro, presenta alrededor seis estrenos por año. El Deutsches Theater Berlin alcanza una cifra que nos deja helados.
la Compañía alemana es de repertorio. Por temporada (un año) tienen "entre 30 y 36 estrenos,", dice De Vivie. Si la comparación es pertinente podemos decir que ellos producen bastante, pero básicamente son obras para ser presentadas en su teatro. Ellos presentan en Berlín, todos los días mínimo alguna presentación, excepto en verano que es cuando descansa o van de gira, como ahora.
"En algunos países hemos funcionado muy bien, como en México, que esta es la tercera vez que nos invitan al Cervantino y siempre hemos recibidio muy buena respuesta del público mexicano, que siempre está muy al pendiente y abierto a nuevas propuestas de teatro.", comentó el director, quien la ocasión anterior comandó la presentación de la obra La Orestiada, con un gran gran éxito.
"La gran ventaja que tenemos todos los teatros públicos en Alemania es que casi cada ciudad tiene uno. En Berlín hay varios teatros que dependen de la Administración Pública y reciben bastante presupuesto, y creemos que son bastante mayores que los que reciben las Compañías de teatro en México", acota.
Además, la estructura de repertorio les permite estrenar una obra e intercalarla con otras durante todo el año. Presentan alrededor de 62 obras en un año. Por mes realizan alrededor de120 funciones, en tres escenarios. Cerca de 300 personas trabajan de planta. El repertorio artístico incluye a 44 actores. Combinan lo clásico y lo contemporáneo pero en todas las obras clásicas intentan darle una cara contemporánea.
Ladrones concursó este año tanto en los Mülheimer Theatertage, donde Dea Loher obtuvo el Premio del Público de Mülheim y la obra fue reconocida en Berlín. La ambigüedad del título de esta obra de teatro, le viene tanto porque la autora ha preferido no explicarlo y porque su estructura es poco convencional. No obstante, la crítica, que la recibió en Alemania de una manera favorable y en México también, ha dicho que "todos los personajes están en búsqueda de algo, algo les falta, a veces es una falta real, otras es imaginaria. No se trata tanto de que salga gente robando pero todos los personajes de alguna manera han sido robadas por ese vacío que sienten", apunta Michael de Vivie, director de la Compañía teatral, en su visita a México.
El Deutsches Theater Berlin fue invitado a México por el Festival Cervantino y el Insitituto Goethe. Entre los tres decidieron traer Ladrones a México porque ha sido uno de los estrenos más exitosos del último año. De Vivie explica: "esta obra cuenta varias pequeñas historias de gente normal que vive en su vda cotidiana con sus conflictos, de tal manera que cualquier persona se puede indentificar con ellos: son personajes que están en busca de su felicidad pero, como siempre, todo termina en un pequeño fracaso", acotó el artista.
"Dea Loher tiene una manera muy poética y exagerada de contar las historias y por eso, a pesar de lo dramático, las historias se vuelven muy graciosas. La gente se la va a pasar muy bien", asegura el director.
Ladrones es una pieza de arte contemporáneo, cuya escenografía sobria es además muy peculiar. Una plataforma movible divide en dos niveles el espacio. La idea general es que el escenario sea una especie de una rueda de molino gigante, solo que mirada desde el interior. La plataforma puede quedar vertical o inclinada, no siempre horizontal, eso permite muchas posibilidades, como cambiar rápido de escenas o presentar dos de manera paralela. La música se utiliza para dar mayor peso al ambiente. La primera parte es muy lúdica con música de los años 20 y al final es más seria con música de Philip Glass.
Una Compañía y un país ejemplares
En México, nuestra Compañía Nacional de Teatro, presenta alrededor seis estrenos por año. El Deutsches Theater Berlin alcanza una cifra que nos deja helados.
la Compañía alemana es de repertorio. Por temporada (un año) tienen "entre 30 y 36 estrenos,", dice De Vivie. Si la comparación es pertinente podemos decir que ellos producen bastante, pero básicamente son obras para ser presentadas en su teatro. Ellos presentan en Berlín, todos los días mínimo alguna presentación, excepto en verano que es cuando descansa o van de gira, como ahora.
"En algunos países hemos funcionado muy bien, como en México, que esta es la tercera vez que nos invitan al Cervantino y siempre hemos recibidio muy buena respuesta del público mexicano, que siempre está muy al pendiente y abierto a nuevas propuestas de teatro.", comentó el director, quien la ocasión anterior comandó la presentación de la obra La Orestiada, con un gran gran éxito.
"La gran ventaja que tenemos todos los teatros públicos en Alemania es que casi cada ciudad tiene uno. En Berlín hay varios teatros que dependen de la Administración Pública y reciben bastante presupuesto, y creemos que son bastante mayores que los que reciben las Compañías de teatro en México", acota.
Además, la estructura de repertorio les permite estrenar una obra e intercalarla con otras durante todo el año. Presentan alrededor de 62 obras en un año. Por mes realizan alrededor de120 funciones, en tres escenarios. Cerca de 300 personas trabajan de planta. El repertorio artístico incluye a 44 actores. Combinan lo clásico y lo contemporáneo pero en todas las obras clásicas intentan darle una cara contemporánea.
Ladrones – Diebe
Teatro Julio Castillo
(Centro Cultural del Bosque. Paseo de la Reforma s/n esq. Campo Marte, Chapultepec)
Jueves 28 y viernes 29 de octubre, 19:00 horas
Duración: 180 minutos
$ 350, $ 250 y $ 150
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