Una directora muy fashion
En la conferencna de prensa a la que asisitió elegantemente vestida y donde respondió a las preguntas de la prensa, siempre con un tono agradable pero sin perder la seriedad, la directora mexicana Alondra de la Parra, cuando le preguntaron sobre su estilo, dijo: "mi estilo de dirigir o de vestir". La confusió no fue tanto porque De la Parra hubiera querido hablar de si está a la moda o no sino porque la pregunta del reportero fue un tanto confusa, enredada y hasta forzada.
Este simpático episodio, habla de una verdad: De la Parra encaja de manera perfecta con el prototipo del icono del espectáculo: bella como modelo de shampoos o como actriz protagónica de telenovela; densenvuelta como una figura de autoridad y talentosa, una personalidad sui generis.
El encanto de la directora Alondra de la Parra inicia en su sencillez y juventud, cualidades con las cuales, además de su calidad y talento comprobado, ha cautivado a miles de personas no sólo en México sino en todo el mundo. Su éxito la hace sentir que está viviendo horas extras:
“Ya viví mucho más de lo que pensé que podía vivir”, relata conmovida la directora de la Orquesta Filarmónica de las Américas, al recordar una confesión muy íntima que les hizo a sus padres hace poco más de 10 años.
La directora Alondra de la Parra es un fenómeno. Sí: es una mujer muy joven. Pero eso no es lo importante. Para ella no es cuestión de género: “Yo uno mi parte femenina con la masculina a la hora de dirigir y poder pedirle a los músicos que ninguno flaquee”, dice. Lo fundamental de esta bella artista es que es inteligente, preparada, abierta a la experimentación y multidisciplinariedad artística, dinámica, y es uno de los directores de orquesta jóvenes más importantes e influyentes del momento en todo el mundo.
“Si pienso en que vivo horas extras, ¡imagínate!: el Auditorio no estaba en mi vocabulario”, confiesa la joven directora, quien en tan sólo unos meses ha vendido 40,000 copias de su disco Mi alma mexicana (ubicado en segundo lugar en las listas de discos más vendidos, después de Luis Miguel), y que el próximo 30 de noviembre debutará junto con su Orquesta en el Auditorio Nacional con un concierto que dará inicio a una nueva serie de presentaciones bajo el nombre Mi alma mexicana, Gira Revolución que promete ser un recorrido por la música orquestal mexicana.
Poner a los mexicanos en el menú internacional
Una vez que comenzó a llevar la batuta de la Orquesta de las Américas, De la Parra pensó que era importante sumergirse, primero que nada, en la música de su país. Y luego ya poder ahondar no sólo en su alma mexicana, sino poder producir “Mi alma venezolana”, “Mi alma brasileña”, “Mi alma argentina”, etcétera.
La directora se puso a investigar. Llamó a sus maestros y colegas y comenzó a conseguir las piezas, recolectando discos o bajándolas de Internet para guardarlas en su iPod. El resultado: en su reproductor digital metió alrededor de 200 obras sinfónicas mexicanas que escuchó durante semanas hasta llenar su alma con ellas. De esta investigación surgió Mi alma mexicana, que será la base del concierto en el Auditorio.
“Siempre me frustró mucho ir a otros países -lo dice con autoridad pues ha dirigido orquestas en más de 30 países-, y ver que sólo se tocaba, si acaso, “Huapango de Moncayo”, que es extraordinario, pero es muy poco. Por eso yo quiero que en los conciertos de las grandes filarmónicas del mundo, la música mexicana sea parte del menú: que Revueltas, Castro, Chávez estén al lado de Mahler, Debussy, Wagner. Y que no nomás nos pongan en ese concierto de Día de Muertos, con chilaquiles y papel picado”, comenta.
De la Parra, además de darle valor a las obras históricas nacionales, no pierde vista el presente: “A nivel México hay mucho talento: un Márquez o un Ibarra son extraordinarios”. Y, si bien no opina sobre temas institucionales o del presupuesto 2011 para Cultura, sí promueve una “hermandad” entre los músicos: “Si revisamos la historia del arte, en los momento en los que los artistas se juntan, se producen los grandes movimientos”, acotó.
Todos sucumbimos ante el poder de la música
El 15 de septiembre del 2010, Alondra de la Parra ofreció, como ella misma confiesa, uno de los conciertos más memorables en su carrera, que se realizó a los pies del Ángel de la Independencia con motivo de los festejos del Bicentenario. Aquella tarde, De la Parra miraba desde la ventana de su cuarto de hotel el desfile conmemorativo que transitaba sobre Paseo de la Reforma, y cuando ya se acercaba el momento de su presentación, le temblaron las piernas:
“Quise tomar un Sputnik e irme. No puedo explicar la sensación de ese día, mientras disfruté de nuestra cultura, con la gente y junto a esas extraordinarias cantantes (Natalia Lafourcade, Ely Guerra y LoBlondo, que la acompañaron cantando en vivo)".
Tanto aquel concierto como la gira que realizó en septiembre, han fortalecido en ella la idea de que “"hay que quitar ese mito, ese tabú, esa snobería, en la cual se piensa que el arte es sólo para la élite. Porque lo único que tiene que hacer una persona para disfrutar la música en un concierto es sentarse ahí. La música solita los convertirá en víctimas", puntualiza muy segura la directora.
Y concluye: “"la educación musical es vital para el desarrollo de cualquier país”".
La venta de boletos del concierto iniciará a partir del día de mañana. Más infirmación en el sistema Ticketmaster, por Internet o en la página web del Auditorio Nacional
En la conferencna de prensa a la que asisitió elegantemente vestida y donde respondió a las preguntas de la prensa, siempre con un tono agradable pero sin perder la seriedad, la directora mexicana Alondra de la Parra, cuando le preguntaron sobre su estilo, dijo: "mi estilo de dirigir o de vestir". La confusió no fue tanto porque De la Parra hubiera querido hablar de si está a la moda o no sino porque la pregunta del reportero fue un tanto confusa, enredada y hasta forzada.
Este simpático episodio, habla de una verdad: De la Parra encaja de manera perfecta con el prototipo del icono del espectáculo: bella como modelo de shampoos o como actriz protagónica de telenovela; densenvuelta como una figura de autoridad y talentosa, una personalidad sui generis.
El encanto de la directora Alondra de la Parra inicia en su sencillez y juventud, cualidades con las cuales, además de su calidad y talento comprobado, ha cautivado a miles de personas no sólo en México sino en todo el mundo. Su éxito la hace sentir que está viviendo horas extras:
“Ya viví mucho más de lo que pensé que podía vivir”, relata conmovida la directora de la Orquesta Filarmónica de las Américas, al recordar una confesión muy íntima que les hizo a sus padres hace poco más de 10 años.
La directora Alondra de la Parra es un fenómeno. Sí: es una mujer muy joven. Pero eso no es lo importante. Para ella no es cuestión de género: “Yo uno mi parte femenina con la masculina a la hora de dirigir y poder pedirle a los músicos que ninguno flaquee”, dice. Lo fundamental de esta bella artista es que es inteligente, preparada, abierta a la experimentación y multidisciplinariedad artística, dinámica, y es uno de los directores de orquesta jóvenes más importantes e influyentes del momento en todo el mundo.
“Si pienso en que vivo horas extras, ¡imagínate!: el Auditorio no estaba en mi vocabulario”, confiesa la joven directora, quien en tan sólo unos meses ha vendido 40,000 copias de su disco Mi alma mexicana (ubicado en segundo lugar en las listas de discos más vendidos, después de Luis Miguel), y que el próximo 30 de noviembre debutará junto con su Orquesta en el Auditorio Nacional con un concierto que dará inicio a una nueva serie de presentaciones bajo el nombre Mi alma mexicana, Gira Revolución que promete ser un recorrido por la música orquestal mexicana.
Poner a los mexicanos en el menú internacional
Una vez que comenzó a llevar la batuta de la Orquesta de las Américas, De la Parra pensó que era importante sumergirse, primero que nada, en la música de su país. Y luego ya poder ahondar no sólo en su alma mexicana, sino poder producir “Mi alma venezolana”, “Mi alma brasileña”, “Mi alma argentina”, etcétera.
La directora se puso a investigar. Llamó a sus maestros y colegas y comenzó a conseguir las piezas, recolectando discos o bajándolas de Internet para guardarlas en su iPod. El resultado: en su reproductor digital metió alrededor de 200 obras sinfónicas mexicanas que escuchó durante semanas hasta llenar su alma con ellas. De esta investigación surgió Mi alma mexicana, que será la base del concierto en el Auditorio.
“Siempre me frustró mucho ir a otros países -lo dice con autoridad pues ha dirigido orquestas en más de 30 países-, y ver que sólo se tocaba, si acaso, “Huapango de Moncayo”, que es extraordinario, pero es muy poco. Por eso yo quiero que en los conciertos de las grandes filarmónicas del mundo, la música mexicana sea parte del menú: que Revueltas, Castro, Chávez estén al lado de Mahler, Debussy, Wagner. Y que no nomás nos pongan en ese concierto de Día de Muertos, con chilaquiles y papel picado”, comenta.
De la Parra, además de darle valor a las obras históricas nacionales, no pierde vista el presente: “A nivel México hay mucho talento: un Márquez o un Ibarra son extraordinarios”. Y, si bien no opina sobre temas institucionales o del presupuesto 2011 para Cultura, sí promueve una “hermandad” entre los músicos: “Si revisamos la historia del arte, en los momento en los que los artistas se juntan, se producen los grandes movimientos”, acotó.
Todos sucumbimos ante el poder de la música
El 15 de septiembre del 2010, Alondra de la Parra ofreció, como ella misma confiesa, uno de los conciertos más memorables en su carrera, que se realizó a los pies del Ángel de la Independencia con motivo de los festejos del Bicentenario. Aquella tarde, De la Parra miraba desde la ventana de su cuarto de hotel el desfile conmemorativo que transitaba sobre Paseo de la Reforma, y cuando ya se acercaba el momento de su presentación, le temblaron las piernas:
“Quise tomar un Sputnik e irme. No puedo explicar la sensación de ese día, mientras disfruté de nuestra cultura, con la gente y junto a esas extraordinarias cantantes (Natalia Lafourcade, Ely Guerra y LoBlondo, que la acompañaron cantando en vivo)".
Tanto aquel concierto como la gira que realizó en septiembre, han fortalecido en ella la idea de que “"hay que quitar ese mito, ese tabú, esa snobería, en la cual se piensa que el arte es sólo para la élite. Porque lo único que tiene que hacer una persona para disfrutar la música en un concierto es sentarse ahí. La música solita los convertirá en víctimas", puntualiza muy segura la directora.
Y concluye: “"la educación musical es vital para el desarrollo de cualquier país”".
La venta de boletos del concierto iniciará a partir del día de mañana. Más infirmación en el sistema Ticketmaster, por Internet o en la página web del Auditorio Nacional
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