Jorge Volpi, El jardín devastado, Alfaguara

miércoles, 31 de diciembre de 2008

Ante el egoismo no se puede hacer nada

La actual crisis financiera pasará a la historia como la comprobación del fracaso del sistema neoliberal, que instauró el descrédito de la solidaridad y de la hermandad, una lógica que ha descompuesto nuestras propias relaciones íntimas, pues “ante el egoísmo no se puede hacer nada.”

“No hay nada que hacer, hoy el egoísmo parece no ser capaz de transformarse en esa identificación con el otro”, menciona el escritor Jorge Volpi en entrevista a propósito de la publicación de su más reciente novela, El jardín devastado (Alfaguara, $189).

“Sin embargo, yo estoy en absoluto desacuerdo cuando los escritores dicen que las novelas no sirven para nada. Yo creo que si la especie humana inventó la novela tiene que ver con una función social. No sirven sólo para entretener o para tener un goce estético privado.”

"Por eso creo que
la literatura de ficción, la que intenta realmente ser profunda ,es una de las
pocas herramientas que en nuestros días pueden alimentar la empatía",
como respuesta al egoísmo exacerbado.

Pero para alcanzar esa empatía es preciso inspeccionar en lo que nos hermana, los sentimientos oscuros y escondidos, lo que escritores como Bolaño llaman el abismo, ese aspecto insondable de la vida humana, nuestras pasiones y deseos más primarios, nuestras pesadillas y demonios.

“Hay que mirar el abismo a los ojos, aunque esto es muy difícil y por lo mismo no siempre se puede.”

“No basta tocar un tema terrible para hacer una exploración profunda. La literatura debe servir como una especie de excavadora con la que realmente indagues en cualquier situación.”

“Quise explorar esa parte oscura de nuestra época y también de mi mismo. El resultado ha sido una descripción de los aspectos humanos desde su visión más negativa.”

“Y creo que es saludablemente tener esa visión” porque te das cuenta que siempre "está latente la posibilidad de la destrucción".

“Además, quería hacer una exploración narrativa del dolor propio y de la indiferencia ante el dolor ajeno, mediante una mezcla de memoria, ficción y aforismos. Después mis anteriores novelas, intenté arriesgarme a algo que no había hecho nunca: por un lado, esa exploración de suma precisión del lenguaje y, por el otro, mezclar géneros distintos.”

El jardín devastado cuenta tanto la historia de un intelectual que llega a México después de una temporada en Estados Unidos y una historia paralela sobre una de las tantas víctimas de la guerra de Irak.

“El título es metafórico en varios niveles. La primera metáfora es la más obvia porque se supone que el Jardín de Edén estaba en Mesopotamia, hoy Irak, jardín que termina devastado. Pero también es una metáfora de los jardines interiores, el jardín es la naturaleza domesticada, es la intención de civilizar a la naturaleza y esa naturaleza civilizada de repente es arrasada por el propio que quiere civilizarla.”

Entonces, como propones en tu libro, el humanismo termina siendo un terrorismo.
“Eso es algo muy negramente irónico, que resultó de jugar con la formulación de Sartre ‘el existencialismo es un humanismo’. Es llevar esta fórmula al absurdo. El terrorista no diferencia entre las víctimas. Todos somos iguales ante esa muerte provocada por el terrorista. O sea, el humanismo es un antihumanismo en realidad”, porque atenta contra la propia vida humana. Recordemos que el hombre es la única criatura capaz de asesinar maquinalmente a otro de su propia especie.

“Con respecto a Irak, es evidentemente que hay experiencias que nos resultan familiares y si en México empezamos a llegar a cosas como las de Morelia, de pronto se parecen más.”

“Yo, como el narrador de la novela,
llegué a México después de 10 años para encontrar un país brutalmente dividido,
enfrentado, lleno de rencor, después de un momento muy brillante en el 2000
cuando parecía que todo mejoraría.
Seis años después habíamos dilapidado por completo las esperanzas del 2000. Que es como si los estadounidenses dilapidaran en cuatro años por completo lo que ha pasado hoy. La sensación de la gente cuando ganó Fox es similar a la sensación que hay ahora con el triunfo de Obama. Esperamos que con él no se dé el desperdicio como el que ocurrió en México con los seis años de Fox.”

En el país que heredó Fox, horrorizado y amenazado, parecería que cada quien tuviera un pizarrón para ir anotando cuántos muertos ha habido del narcotráfico, como si se tratara de establecer récords.”

El fenómeno del narco hay que entenderlo globalmente. Este puritanismo de lucha feroz contra las drogas a los únicos que beneficia es a los productores y distribuidores. Uno puede combatir la producción pero eso no acabará con el consumo, lo único que hará será limitarlo y si acaso encarecer el producto. Esa es la comprobación máxima de la poca utilidad que tiene el combate frontal contra el narcotráfico. Mientras la lógica global, dirigida todavía por EU, no quiera encontrar una salida distinta, seguiremos en esta situación entrampada que sólo genera más violencia.”

Tecnocultura, Naief Yehya, Tusquets

domingo, 28 de diciembre de 2008

La nueva ópera es el videojuego



Los videojuegos son la nueva ópera porque conjugan varios elementos como acción, drama, narrativa, música y gráficos de una complejidad tal que el periodista Naief Yehya confiesa quedarse anonadado: "No puedo jugar, no sé en qué cabeza cabe crear esa complejidad", dice en entrevista al respecto de la publicación de su nuevo libro de ensayo Tecnocultura (Tusquets,$279) en el que reflexiona sobre cómo las nuevas tecnologías a una velocidad acelerada han modificado la forma en que el ser humano aprehende la realidad.

"Lo impresionante no es solamente la resolución, sino también que esos videojuegos son, la mayoría, hipercomplejos. Hay videojuegos que están creados de manera conductiva pero otros no, esos se disparan al infinito, de forma que no sabes hasta donde puedes a llegar, como el caso del videojuego Sim City que me parece maravilloso porque es un terreno que tú defines y no encuentras límites."

"Así como el cine empezó siendo un teatro filmado hasta que adquirió un lenguaje propio para convertirse en un arte, yo creo que estamos ante medios que están al borde de eso, que estamos viviendo ese momento fabuloso de transición y es un gran privilegio poderlo presenciar."

"Con la aparición de Internet se dio un regreso a la palabra escrita. La gente volvió a escribir, sobre todo los chavos, ya no por obligación de hacer la tarea sino por pura voluntad. Ellos empezaron a crear un lenguaje e incluso a desarrollar una especie de tipografía cibernética al crear nuevos códigos que se han vuelto universales. Nosotros, los más grandes, esto lo hemos visto con pavor y hemos dicho: ¡Es el fin de la cultura! ¡Se acabó la literatura! Pero siento que ellos están creando su propia cultura y literatura, están estableciendo nuevos paradigmas y qué bueno que sea así."

"Hoy en día, las generaciones más jóvenes simplemente tienen un mejor entrenamiento al respecto del multitasking, al respecto de vivir sumergidos en este estado de atención dividida. Ya la noción de enfoque que tienen es completamente diferente a la nuestra, por lo mismo se relacionan de forma diferente con la cultura y con las personas."

"Sin duda, esa condición de la atención dividida va a ser uno de los elementos principales de un nuevo hombre que parece confeccionarse en este inicio de siglo, un ser mediatizado que nosotros ya empezamos a ser de algún modo, aunque guardamos bastante nostalgia."

Los jóvenes están creciendo y cada vez más con una serie de tecnologías "incorporadas" a su cuerpo, como si fueran tentáculos. Las que en su libro llama "tecnologías transparentes", entre las que se cuenta los teléfonos celulares, ya indispensables para nosotros.

La tecnología se ha metido en la vida privada, hasta el espacio íntimo de los individuos. Yehya menciona en el libro, “Internet nos ha conferido un poder sin precedentes sobre la información pero a la vez nos ha convertido en sujetos permanentemente vigilados”.

"Además, el proceso tecnológico es complejo ya que por un lado existe un consumo feroz, y, por otro, una dependencia de lo que estos servicios nos proveen, generando adicción a ver el correo, las noticias, conectarnos al Messenger, actualizar nuestro Facebook", dice el entrevistado.

"Esta dependencia es una patología ya que afecta todas las relaciones que entablamos con el mundo y con otras personas."

"Sin embargo, tienes esta enorme riqueza que te ofrece el poder acceder a información y entretenimiento, y encuentras oportunidades de conocerte y desarrollarte que antes no tenías". Aunque, como acepta en el libro, actualmente
"vivimos obsesionados por entretenernos hasta la muerte".

"A nuestro cerebro le gusta tener estos estímulos y qué mejor que dárselos, porque los estímulos también son aprendizaje. Quién sabe, a lo mejor las dos plataformas, la real y la virtual, son igualmente válidas y ¿por qué no? tal vez la virtual lo es más. Y si es así, cuando crees estar sometido, a lo mejor no tanto. Creo que también tienes una posibilidad para nutrir la ilusión y los estímulos."

"Debemos considerar que somos los animales que han creado tecnología y cultura y que nos hemos relacionado con estas desde que somos seres humanos porque el hombre no podía subsistir sin las herramientas. Pero cuando la tecnología se convierte en algo epidémico y epidérmico, es cuando nos convertimos en una sociedad tecnocultural."

Tecnocultura es un libro que intenta "combatir los prejuicios y exorcizar los fantasmas que elaboramos alrededor de las tecnologías. Lo cual es difícil de hacer, ya que en nuestra época, la tecnología se ha transformado en un fin en sí mismo, y ha perdido en parte la noción de utilidad para adquirir este elemento sexy, vanguardista, elegante, que denota estatus y poder y que todos queremos tener."

"Si bien la promesa de la tecnocultura ha sido desaparecer todas las dudas;en el fondo sabemos que las grandes respuestas siguen lejos de nuestro alcance."

André y Rafael Glucksmann, Mayo del 68. La subversión permanente, ed. Taurus

jueves, 25 de diciembre de 2008

La solidaridad de los estremecidos

Mayo del 68, en los ejes norte-sur, este-oeste (Praga-México/Francia-EU)

¿Quién es Rafael Glucksmann?

"Estudié filosofía y ciencias políticas, cuando tenía 20 años llegué a Argel y ahí empecé a escribir en algunos periódicos. Me volví de cierta forma periodista y realice documentales para la televisión francesa sobre Ruanda y las revoluciones democráticas en Europa del Este. Al mismo tiempo cree una asociación que se llama Estudiantes sin Fronteras que ayuda a los estudiantes de países en guerra a ir a estudiar a Europa."

"Hoy en día, poco antes de venir a México, estaba en Georgia porque voy a publicar un libro de entrevistas con el presidente de Georgia, en Francia, en noviembre, el cual es sobre la guerra actual que tuvo lugar y de una cosa que tiene que ver con mayo del 68: qué es hoy una revolución democrática. En Georgia hubo una revolución, los jóvenes que echaron fuera el gobierno autoritario quitaron de sus puestos a toda la policía para luchar contra la corrupción y los abusos del poder."

"Al inicio cuando tomaron el poder había grandes pintas por todas partes que decían “la ley se aplica también a quienes deben aplicarla”. Vieron que esto no funcionó porque cuando se tiene la costumbre de la corrupción es un modo de vida y de acción y es muy difícil erradicarla. Ahora todos los policías son jóvenes, tienen entre 25 y 30 años. Esto ha devuelto la credibilidad en la policía, en un país que detesta el Estado, de un 5 a un 60%."

"Es muy importante hoy entender una mentalidad tan diferente de los viejos países europeos acostumbrados a la estabilidad, es una historia actual de un espíritu cercano al de mayo del 68."

"Al mismo tiempo trabajo en una novela. Es la historia de un joven occidental que ya no aguanta Occidente y decide ir al descubrimiento del mundo, de los países no occidentales, mucho al mundo árabe y áfrica negra y le sucede una serie de catástrofes y de amores que lo van a llevar a revisar todos sus ideales. Y acaba en el mundo postsoviético. Un universo de mafia y de espías."

¿Qué se puede hacer contra la corrupción, por ejemplo?

"No hay un modelo absoluto. Lo que hizo el 68 fue precisamente la idea de romper un modelo clásico de las revoluciones. Pero es fundamental entender que la corrupción generalizada impide totalmente la emergencia de una sociedad libre y la creencia en las instituciones democráticas. Y la democracia sin adhesión popular viene a ser la oligarquía."
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La Revolución permanente
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En el libro se menciona el peligro de que el espíritu del 68 se solidifique, eso me lleva a preguntar ¿Qué actualidad tiene el 68 en 2008? Y ¿Qué parte del 68 se estremece, actúa, pervive en 2008?

"68 fue la primera revuelta política, social, moral y cultural realmente globalizada. Se derrumbaron dos mitos: el conservador de los Estados autoritarios, la Nación, la familia, la iglesia, y el mito de la Revolución como museo, que podía ser encarnado en Francia por el Partido Comunista. Hoy en día, hay un tercer mito que se está derrumbando, el último que quedaba, el mito de un Mercado que iba a afianzar la felicidad de la gente, el mito del fin de la Historia."

"Y 68 en este estremecer de dos mitos es profundamente contemporáneo para los jóvenes de hoy en su espíritu. A condición de que no se transforme en mausoleo o museo."

"Octavio Paz logró comprender el 68 en el mundo entero: el 68 es la revuelta del presente contra los fantasmas del porvenir y los recuerdos del pasado. Hoy en día, cuando estamos en una crisis que nos corta el camino del pasado la gente ya no cree en países milenarios, en la Iglesia Todopoderosa, y nos corta también el porvenir, el mito del progreso, sea socialista o capitalista, esta revuelta del presente es totalmente actual por eso es una traición última transformar esta revuelta del presente en tarjeta postal del pasado, como lo hacen muchos antiguos militantes del 68 diciendo: 'nosotros teníamos un ideal, ustedes los jóvenes ya no creen en nada'."

"El futuro es muy importante pero más importante es no sacrificar el presente en nombre del futuro. En mi opinión, en la novela más grande de la literatura europea, Los hermanos Karamazov, de Dostoievski, hay una discusión entre los dos hermanos Iván y Aliosha. Dice uno: ¿será que en nombre del futuro se pueden justificar las lágrimas de un niño? Toda la discusión está encaminada a este problema y yo creo que las lágrimas de este niño, que son el presente, no pueden ser sacrificadas por un porvenir mejor."
"1968 es la revolución inconclusa. La gente se queda decepcionada después de este tipo de revolución pero en realidad las transformaciones sociales, morales y culturales son enormes. Sencillamente no hay un modelo preestablecido para reemplazar el sistema de los valores antiguos. Es totalmente lo contrario a la revolución bolchevique."

"Este tipo de revolución, abierta o permanente, no es solamente el 68 sino todo lo que siguió al 68: la Revolución de los claveles, en Portugal; la Movida, en España; las revoluciones de terciopelo en Europa del Este, y la revoluciones… en el mundo postsoviético."

"Y lo que la gente consideró como una falla del 68 representa a mis ojos su interés más grande. Después del 68, cuando se leen los textos, decía 'el 68 es formidable, nada más que nos faltó un Lenin'. Y yo diría que la ausencia de ese Lenin es precisamente la importancia y carácter innovador del 68."

En México curiosamente después de la Revolución Mexicana se instaura un partido para hacerla permanente.

"La paradoja mexicana: el PRI centra en sí los dos mitos en contra de los cuales el 68 se levanta: el mito de la revolución como un museo y el mito del conservadurismo institucional y del Estado central, así se puede considerar a México como una paradoja."

"Cuando se habla de revolución o subversión permanente se supone que uno acepta las contradicciones que trabajan en una sociedad. En México es el partido Estado que pretendió afianzar la revolución permanente, es quien le da sentido y dirección. Y cuando es el Estado quien decide esto paraliza las contradicciones y transforma la Revolución en una pura consigna. Lo que resulta fundamentalmente es una sociedad que ya no vive."

"Y lo que pasa después con la cuestión del PRI, es el regreso de las contradicciones de la sociedad mexicana. No es el porvenir radiante pero es una apertura de posibilidades."
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México-Praga
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¿Qué tiene que ver con el 68 mexicano, por ejemplo, si aquella sociedad francesa era moderna y democrática, aunque apática, y México no podía, ni puede aún, nombrarse ni moderno ni democrático. En México se recogieron cadáveres, cuando en París, «papeles y montañas de piedras».

"La gran diferencia entre el 68 de las sociedades democráticas y el 68 de los regímenes autoritarios es la represión. México tiene más que ver con Praga que con París. La primavera de Praga terminó aplastada por los tanques soviéticos. Y citando nuevamente a Octavio Paz, decía él que aunque en México había una dictadura más abierta que las dictaduras del este de Europa, había un punto en común fundamental: Moscú y México están llenos de mausoleos de la Revolución y de revolucionarios amordazados, eso es el principio de los regímenes pretendidamente revolucionarios que transforman la Revolución en culto o museo, lo que le da una depresión y una crisis de credibilidad a los discursos de la política, más fuerte todavía que en las dictaduras conservadoras, pero que no se esconden bajo una fraseología revolucionaria, porque la paz, la libertad se convierten en meras consignas totalmente desligadas de la realidad y de la acción."

La parte en la que hablas de Miterrand me hizo pensar en un punto de encuentro entre Francia y México, sobre algo que menciona Paz, pues él dice que se instala la simulación en el poder y la ficción en las instituciones modernas.

"Por eso creo que es muy importante para nuestra generación provocar la generación que hizo el 68. No escuchar sus discursos de autoelogio. No hay que hacerlo desde un punto de vista conservador, sino del punto de vista mismo del 68: ¿Qué hicieron de su rebelión ahora que estuvieron o se aliaron a la corte de Miterrand o del PRI?"

"Y eso para mí es la única manera de ser fiel al espíritu del 68. En Francia lo convirtieron en la Fiesta de la música. Muy bien, tomarse unos cócteles con la corte de Fracoise Miterrand, pero mientras tanto Francia prosigue con su política neocolonial. Mientras tanto Francia está encerrando sus emigrados en lugares especiales en los suburbios de Francia bajo el régimen de izquierda. ¿Dónde están los que protestaban en aquel momento, del lado de la champagne o del lado de los emigrantes?"
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La simulación postsesentayochista, ¿la imaginación al poder?

La simulación podría entenderse como un fenómeno globalizado, ¿a qué lo atribuirías y qué se podría hacer para contrarrestar este montaje, sobre todo si la gran invención de mayo del 68 es la exageración, el desfase entre palabras y hechos?

"En mi opinión es normal en las esferas del poder. Cuando se vive en sociedades con un Estado central se necesita una energía muy fuerte, muy potente para rechazar eso, sobre todo cuando el poder central desarrolla una ideología o discurso que está cerca de lo que uno piensa en la izquierda. Es normal que una parte de la generación que estaba en rebelión integre esas estructuras, lo que no es normal es que sigan pretendiendo que encarnan el conjunto de la subversión. Pienso que es normal que haya conservadurismo a la cabeza de un Estado."

"Pero lo que es muy necesario es que en la sociedad se desarrolle una crítica radical al conservadurismo. No se trata de ser anarquista. Se trata de entender que la vida social, cultural, moral se tiene que hacer afuera de la vida del Estado para ser capaz de criticar el funcionamiento y la ideología del Estado. No se trata de abolición del estado, se trata de abolición del mito del Estado, de no tener una relación sagrada o de identidad con el Estado. El Estado no produce el actor social o cultural. Aunque el Estado sea de izquierda con una ideología democrática, el actor social se queda en el exterior frente el Estado."

"Entonces cuando los subversivos se juntan con el Estado es importante que se puedan criticar desde el afuera. No se trata sencillamente de decir “son traidores” sino de continuar la crítica que ellos empezaron y que a veces dejaron por razones personales. Y esta crítica tiene que ser permanente. Cuando una parte de esas críticas están integradas al Estado que se reforma, como pasó en Francia después del 68, hay que mantener la crítica sobre otros puntos porque lo que caracteriza a la democracia activa es esta crítica permanente, no solamente las elecciones."

La política es el gran espacio de manifestación de la democracia ¿a qué acciones concretas te refieres cuando dices que la política es la única capaz de sacar a Francia de su esquizofrenia, producto de una sociedad moderna y un Estado arcaico? ¿Podrá realizarlas su actual gobierno?

"Lo que quiero decir es que en Francia hubo un abandono de la política porque las esferas más innovadoras de la sociedad ya no se mezclaban en los asuntos de la política y el Estado proseguía funcionando sin cambios aunque sea una mayoría de derecha o izquierda. Lo que pienso es que la política es el punto de encuentro entre la sociedad y el Estado. Lo que hay que lograr en Francia, que creo que es lo mismo para México, es concebir al Estado como el producto de la sociedad o el instrumento que se da una sociedad para gestionarse, no como un ser en sí que produce la sociedad."

"¿Será que el poder actual en Francia podrá hacerlo? Pienso que hoy en día la situación es tan equívoca con este gobierno que se me hace muy difícil contestar esta pregunta. De un lado hay gente que se integró al Estado, gente que Nicolás Sarkozy hubiera integrado, representantes de la sociedad civil, comisionados contra las desigualdades y defensores de grupos minoritarios o juveniles. Pero del otro lado se ve el retorno al viejo mito promovido por el Estado francés, como la Nación, para frasear el discurso de Sarkozy, 'cubierta de catedrales y de honores desde Clovis'. Y en Sarkozy hay las dos cosas: la apertura hacia la sociedad y el mundo, y replegarse hacia los valores conservadores."
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Política-Sociedad-Estado
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Hay tareas pendientes, pese a que aquel 68 y el 2008 son mundos distintos. En aquel momento podríamos entender que un modo de producir sociedad entró en crisis, al mismo tiempo que desencadenó la disputa por el planeta sobre todo en los países desarrollados. Alain Touraine menciona que en ese momento comienza el desmontaje de la sociedad moderna (desmodernización) que me la hiciste recordar cuando hablaste de la triada Política-Sociedad-Estado, porque la desmodernización son tres cosas: despolitización, desocialización, desinstitucionalización. Si este es un mundo desmodernizado, sería casi imposible lograr que funcionara esta triada Política-Sociedad-Estado.

"En mi opinión estamos ciertamente en un mundo muy diferente de los 60, pero el 68 nos puede hablar hoy porque 68 fue el instante de la crisis de este mundo que desapareció, este modo de producción, de institucionalización, de creencias que dominó a Europa durante cuatro siglos y en el cual ya no estamos entró en crisis en el 68. Por ello 68 es actual para nosotros. 68 fue la primera ocasión en que se asumió esta crisis de la ideología moderna."

"En el Renacimiento en Europa había dos vías posibles. El Renacimiento no es solamente cuando todo el mundo estaba muy feliz y hacía pinturas. Es una crisis para la gente que la vive. Es el fin de la orden religiosa del mundo. Es la invención del Occidente moderno."

"Frente a esta crisis de los valores religiosos del mundo medieval que se explicaba a través de Dios, había dos vías posibles, y es lo que Maquiavelo menciona como la vía romana y la vía veneciana."

"Roma, no la de los papas, que probablemente es más un invento de Maquiavelo que una realidad, aquella Roma cosmopolita asumía sus contradicciones y la ausencia del orden natural de las cosas, la ausencia de unidad, la ausencia de referencias obligadas, entonces era un caos productivo, creador y sobre todo, libre."

"Había otro modelo y es el que históricamente triunfó, el veneciano. Frente a este caos del mundo ligado al final de la creencia en el orden religioso de las cosas había que inventar un Dios nuevo, el Estado, que debía unificar el mundo. De este modelo veneciano, que existió realmente, se desprendieron todos los Estados naciones de la Europa moderna, sin exageración, porque los enviados de los reyes que intentan formar este modelo iban a Venecia a aprender cómo unificar a la sociedad bajo una autoridad única, a la vez el modo e funcionamiento y la ideología del Estado."

"Durante cuatro siglos, Europa moderna estuvo dominada sin excepción por la creencia en el Estado nación y el progreso que podía alcanzar este modelo. Y con el efecto de la globalización, esta fase de Europa que se llamó modernidad se derrumbó y hoy en día no sabemos en qué fase estamos viviendo pero sabemos que ya no es la de antes, puede verse con angustia o como un momento de posible creatividad intelectual y política."

"La política en el sentido moderno ya murió, lo cual no quiere decir que la política ha muerto. Sólo una concepción de la política. La de Aristóteles y Maquiavelo no era aquella."

Si esa forma de hacer política ya murió y no sabemos dónde estamos, ¿tu cómo caracterizarías dónde estamos? ¿qué podría venir?

"Estamos en un momento en que, como decía Hamlet, el tiempo está fuera de sus cosas, y en este instante en mi opinión es filosófico y literario, que es muy difícil caracterizar como un sistema único, es un momento de estallido. No hay una ley única del mundo en el que vivimos. Todo compromiso es necesariamente parcial. Vivimos en un periodo en que las cosas pueden entrar en una red pero no se puede construir un sistema cerrado que daría su sentido al mundo y al porvenir."

"Hoy en día el porvenir está totalmente abierto. De la crisis actual puede salir un cosmopolitismo transnacional o un replegarse sobre sí mismo en una exaltación de las diferencias. Se puede decir muy bien frente a un momento de crisis: 'mi mujer antes de mi hermana, mi hermana antes de mi vecino, mi vecino antes de mi paisano, mi paisano antes del resto del mundo'. Cuando se ve que en nombre de esta reacción un capitalista como Berlusconi puede sacar provecho de la crisis del capitalismo, se entiende la fuerza. Pero se puede también decir, dado que estamos todos en crisis, que hay una solidaridad de los estremecidos, de los 'tocados'. Esa solidaridad entre gente estremecida por la crisis es transnacional y cosmopolita ya que la crisis lo es."

"Hamlet es la obra de Shakespeare que nunca tiene un final, porque no tiene las llaves del futuro. Yo pienso que hoy en día nadie tiene las llaves del futuro, ya sean los que dicen que hay que rehacer la revolución bolivariana, o los que dicen que es el final de la historia ya que el capitalismo está triunfando. Nadie tiene las llaves del final de la historia. Y también es el final de la gran resolución intelectual de la filosofía europea moderna."

Esa filosofía europea moderna con las ideas de progreso, la emancipación del hombre, la libertad es el inicio del liberalismo y el individualismo, fueron además parte de las consignas de aquel momento. Y retomo una de ellas: «Todo se torna posible», que viene de Occidente y la Modernidad, si cobra fortaleza en 68 y ahora ¿cuáles son los riesgos y las posibilidades más importantes del mismo?

"El Renacimiento europeo inventó el liberalismo pero Europa moderna prosiguió con él. Aunque también inventó la negación de la libertad, el sistema totalitario. Pienso entonces que lo que triunfó en la Europa moderna es el repasar esta libertad original, hay una palabra en alemán que es en mi opinión la palabra absoluta de toda la filosofía progresista, en el sentido de creencia en el progreso: Auf re bung, que quiere decir rebasar negar, negar rebasar. Y con el final de esta ideología del progreso, no se puede hablar sino de probabilidades. Yo tengo miedo de que haya una probabilidad más grande al replegarse sobre sí mismo o un regreso a valores que ya no deberían ser vigentes."

"Es más fácil creer que es la destrucción de la Nación, que es la destrucción de la familia, que es la destrucción de la religión, que asumir el hecho de que la crisis es constitutiva del hombre y de la sociedad y que esos valores, la Nación, la Familia, la Iglesia, han sido construidos a partir de esta crisis para rebasarla negándola."

"Hay entonces una fuerte posibilidad de un regreso a un espíritu sagrado, pero pienso al mismo tiempo que la vía cosmopolita siempre es posible. Sería una catástrofe si en esta época de crisis se rehiciera la elección que hizo la Europa en la época moderna y de nuevo se intentara repasar las tradiciones. Pienso que hoy en día al negar las catástrofes que conllevó la historia moderna, el totalitarismo, el colonialismo, se deba asumir esa vida dentro de la crisis y no intentar salir de ella, hay que actuar dentro de la crisis. Más allá de las fronteras ya que la crisis rebasa las fronteras. No hay que intentar reinstaurar las fronteras para protegerse."
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Empatía, solidaridad de los estremecidos

Mencionabas que te daba miedo este repliegue hacia uno mismo y me hiciste pensar en un novelista norteamericano, Phillip K. Dick, cuando plantea el tema de los androides (simulacros) y el debate entre saber quién es el androide, el ser humano o el robot. Y en ese debate plantea una situación futura en la cual el ser humano tiende a dejar de sentir o le es difícil hacerlo porque se ha replegado mucho en sí mismo y ha dejado de ver al otro, al mismo tiempo los sentimientos se logran por un nuevo Dios, una máquina con la cual escogen qué sentir. Cuando hablaste de los “tocados” me hiciste pensar en una posibilidad: la empatía entre seres humanos, que en la obra de Dick, parecería, es una cualidad más de los androides que de los humanos.

"Eso es muy importante, porque hay una característica en la filosofía occidental moderna de desacreditar la emoción, los sentimientos, porque el sentimiento es infra racional y perturbador para la razón. No quiero hacer una apología de las pasiones diciendo “hay que sentir no pensar”, pero hay que pensar a partir de los sentimientos."

"Sin nunca rebasar este hecho: que la emoción frente a las lágrimas del niño es un valor filosófico en sí, no se puede despreciar porque muchas veces es más justo y más humano aunque todos los raciocinios quieran explicar esta lágrima, y aquella capacidad de empatía es el antídoto según creo a las tendencias al repliegue sobre uno mismo. La capacidad de ser conmovido, la capacidad de sentirse chechenio, ruandés o emigrante en un barquito en el Mediterráneo es lo que hace la diferencia entre un hombre y un individuo robotizado. Y esta empatía es el motor del pensamiento y de la acción."

"Entonces la idea según la cual es un individuo duramente racional, el homo economicus, por ejemplo, que racionaliza el conjunto de sus acciones en función de sus intereses, esta idea puede tener un interés en la reflexión y en la elaboración de sistemas pero filosóficamente es peligrosa porque se pierde la dimensión interesante del ser humano, la dimensión que hace que algo a priori no está perturbando sus intereses o su vida va a estremecer su conciencia. Todo mundo tiene esta experiencia, y uno al estar frente a las películas o las novelas, tiene esta experiencia. Cuando se llega por un héroe de ficción se tiene esta misma experiencia, la idea es que se pueda tener la misma experiencia como frente a un héroe de ficción pero frente a las víctimas de guerra por ejemplo."

Esto tiene que ver con la simulación, porque en esa ficción que nos regalan las pantallas, las películas de acción, lo que pasa en la realidad a veces no lo vemos o sólo vemos una parte y creemos increíble lo que ocurre en la realidad y de esa forma se pierde la reflexión. En México esta “cultura” de la simulación desde el Poder viene del 68 hasta nuestros días, desde el poder del Estado en los discursos. En la actualidad lo vemos en los spots publicitarios que son de risa porque parecen anuncios de película y ponen a la sociedad entre los buenos y los malos, hacia una sociedad parecería adormecida que tiene que creer lo que le venden en esa película. Entonces, creo entender lo que estás mencionando porque en esta México se vive todos los días.
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Hamlet, el héroe de nuestro tiempo

Una última pregunta, retomando lo que mencionas en el libro sobre Ricardo III y Hamlet, ¿cuál sería el héroe de esta crisis, Ricardo, Emma Bovary, Fausto, Hamlet, Hans Castorp, Joseph K? ¿quién y por qué?

"El teatro de Shakespeare se llamaba El Globo y dentro de la obra de Shakespeare hubo la invención del mundo contemporáneo, el mundo moderno, frente a las crisis de valores y de los puntos de implicación tradicional. Hay dos héroes que en la obra de Shakespeare asumen esta crisis. Dos héroes que tiene una visión filosófica común, pero a pesar de ello tienen las conductas más opuestas, es el mismo personaje con dos caras distintas y este personaje se llama el mundo contemporáneo y sus dos caras son Hamlet y Ricardo III. Es importante ver el paralelo entre esos dos personajes: Hamlet rechaza la idea de matar la gente, Ricardo pasa su tiempo mandando a ejecutar a la gente, uno es un filósofo humanista, el otro un tipo de terrorista nihilista. Y a pesar de ello, los dos tienen una misma filosofía en los principios."

"Voy a ser muy provocador: Hay más semejanza entre Al Qaeda y un pensador liberal o abierto que entre un pensador conservador y Al Qaeda…"

"Lo increíble es que Ricardo III y Hamlet tiene el mismo punto de partida. Es que todo es posible, que nada está afianzado o dado. Ricardo III y Hamlet usan las mismas palabras y sobre los mismos mitos: el cielo no es más que podredumbre. El hombre no es más que un sistema corrupto. La tierra no merece existir. El ser humano es un tipo de monstruo. Tienen la misma desacralización permanente de todo lo que la gente piensa ser verdadero o justo de manera religiosa. Y a pesar de ello, los dos que viven en el mismo mundo tienen unas conductas opuestas. Hamlet podría ser Ricardo III pero lo que según Hegel es la debilidad de Hamlet, es en realidad su elección de no ser Ricardo III, de no cometer lo irreparable. Esta errancia filosófica, política, política, de Hamlet, lo convierte en el hombre que no tiene país, que es extranjero en casa y tiene su casa en el extranjero. Hamlet es el hombre contemporáneo, en su dimensión más llena de oportunidades."

Nobleza de espíritu: una idea olvidada, de Rob Riemen, ed. Pértiga

martes, 23 de diciembre de 2008

Literatura, nuevo clima espiritual


Es hora de que comience la era de la literatura. Ya no es suficiente la libertad política; se debe promover un nuevo clima espiritual” recuerda el filósofo Rob Riemen haber escuchado de Elisabeth Mann, unos meses después del fatídico 11 de septiembre de 2001. Esto en su libro Nobleza de espíritu: Una idea olvidada (Pértiga, $158).

Elisabeth Mann Borgesse fue el único miembro femenino del pequeño grupo de personas que fundó el Club de Roma a mediados del siglo pasado, la primera organización internacional en incluir la preocupación ecológica en el orden del día político, preocupación que llevaría casi medio siglo más tarde al político estadounidense Al Gore a recibir el premio Nobel de la Paz.

Dijo ella: «Espero que el 11 de septiembre sirva para que tomemos conciencia de hasta qué punto Occidente, y en particular los Estados Unidos, ha traicionado sus propios ideales… No me caben dudas acerca del mal que se esconde en el ser humano. Sin embargo, también sé que ese mal no se erradica con bombas ni granadas».

Y la fórmula que propone, un nuevo clima espiritual basado en la literatura, parecería una ocurrencia ingenua ante la cultura predominante de nuestros días, neuróticamente visual, si no fuera porque lo dice ella, más que la activista ecológica, la hija y en parte heredera intelectual de uno de los hombres que sintetizan el pensamiento moderno europeo, el pensamiento y el tipo humano que se configuraba a inicios del siglo XX. Ese hombre era el escritor Thomas Mann.

Para ellos, padre e hija, ese nuevo espíritu entendido como literatura significa la vida estudiada y valorada por si misma, en su forma más desnuda y más noble, como un remedio a la tendencia poscapitalista de convertirnos en simples máquinas deseantes dominadas por el poder la seducción y el encanto de los diseños visuales y la velocidad de las tecnologías computacionales.

Por eso, Rob Riemen a partir de aquella conversación escribe Nobleza de espíritu, un libro de gran profundidad intelectual y espiritual, en tanto dimensión del intelecto, cuya motivación es la búsqueda inagotable de lo que es el ser humano en su dimensión más compleja, la que integra todos los aspectos de la vida humana, incluso los que nos parecen más “inhumanos”, y la manutención de la empatía como remedio ante la indiferencia y aproximación a una nueva barbarie que asoma las barbas en nuestros días.

“¡La nobleza de espíritu es el ideal sublime! Es la realización de la verdadera libertad. Sin ese fundamento moral no puede haber democracia ni mundo libre… es la encarnación de la dignidad humana”, decía Elizabeth.

“El horror del 11 de septiembre debería hacer ver a todos que se halla en peligro nuestra dignidad humana… Mi padre llegó a presentar la nobleza de espíritu como única medida correctiva para la historia de la humanidad. Ahí donde desaparece ese ideal desaparece inexorablemente la civilización”, entendida en su sentido más optimista y edificante.

El filósofo holandés nos presenta una muy inteligente indagación sobre los temas de siempre y la importancia de no abandonarlos desvelando el peligro que significa para una sociedad, una cultura o el planeta, la ilusión de pensar o creer que sabe, y los peligros secundarios a esa aparente certeza de conocimiento.

Por eso se pregunta: ¿Qué futuro les espera a la democracia y a la libertad política cuando la gente se olvida de la esencia de la libertad, ya no reflexiona y, en lugar de obedecer a la razón, se deja guiar por la superstición, las emociones, la angustia, los deseos y la esclavitud?

Por nuestra parte, nos podemos preguntar si el ser humano puede aprender. Pues Rob Riemen inscribe el diálogo entre presente y pasado sobre la base de dos hechos que en su momento sacudieron a la humanidad entera: del periodo de Guerras calientes (1ª y 2ª Guerras mundiales) hasta los avionazos del 11 de septiembre de 2001.

¿Qué hacer cuando todo se derrumba, incluso lo que creíamos como netamente humano y por tanto valioso? Nobleza de espíritu es un libro de reflexiones para la vida más que de lecciones prácticas de viaje. Ampliamente recomendable.

Pétalos, Guadalupe Nettel, premios Gilberto Owen 2007 y Antonin Artaud 2008

sábado, 20 de diciembre de 2008

La belleza del monstruo
Conversando en un café de la colonia Condesa con la joven escritora mexicana Guadalupe Nettel, en torno de la belleza, le pregunto si esta puede existir en los personajes de su último libro: mujeres que se arrancan el cabello hasta casi quedar calvas; detectives que meten la cabeza en excusados de baños parisinos, hombres que se creen plantas o se la pasan haciendo ruido con sus dedos.

"Sí la hay, pero no en un sentido convencional, sino la belleza de lo monstruoso, lo ajeno y lo freak", contesta.

Pero ¿cómo puede ser bello el monstruo, el freak, el desconocido? Eso es lo que la autora intenta desentrañar en su último libro, Pétalos (Tusquets), ganador del Premio Nacional de Literatura Gilberto Owen 2007 y del Antonin Artaud 2008, al brindar al lector una mirada cercana a lo oscuro del ser humano.

Lo monstruoso no es lo feo, sino "algo único, irrepetible, y por eso a
mí me parece hermoso
.
Porque el monstruo es natural, es como es y punto, no se está juzgando si es feo o es bonito. Entonces en ese no juzgarse y en ser natural es donde radica su belleza". Por eso la escritora hace uso de personajes que se pueden considerar freaks, aunque para ella "no son más freaks que cualquiera de nosotros".

Aunque "es cierto que hay un momento de incomodidad cuando nos damos cuenta que también somos freaks" y pensamos en nuestras propias oscuridades.

Todos tenemos una "cara oculta pero esa cara en realidad no es deleznable ni vale la pena tenerle miedo u ocultarla pues es parte de nuestra personalidad", dice Nettel.

Su forma de escribir y aproximarse a las cosas, en este caso a la belleza, exige el valor de explorar en lo interno y profundo de sí, "es como buscar dentro de mí en el abismo insondable, mío, personal y después comunicarlo", y finalmente así, aceptarse en su complejidad, impermanencia y entereza.

"En su integridad. Así, cuando nos reconocemos enteramente cobramos una especie de resplandor", que no tenemos cuando preferimos ocultarnos y preferimos adoptar un modelo.

"No es esa belleza convencional como la que se enseñan los anuncios de la tele o las revistas de moda, sino una belleza que tiene que ver más con el carisma, cuando el ser humano se asume íntegramente con todos los aspectos de su personalidad".

No hay identidad permanente

Como en "Bonsái" –explica Nettel sobre uno de los cuentos de Pétalos-, el personaje cree que encuentra su propia naturaleza y dice que no quiere ser un bonsái sino un árbol espacioso y termina identificándose con un cactus.

"Uno puede condicionarse -explica- por lo que cree ser y también eso uno trata de ocultarlo todo el tiempo", lo cual también puede conducirlo a aferrarse a una personalidad que en realidad no posee.

"El personaje de 'Bonsai' descubre quién es y entonces deja de fingir no ser cactus, pero yendo más allá tampoco es cactus."

Y eso es curioso -le comento- porque una forma de decir quiénes somos es a través de metáforas como huellas, indicios, pétalos. Pues no tenemos una identidad sólida ni permanente.

Sin embargo nos obstinamos en "que nadie más sepa que yo soy así y así y así. Que nadie más sepa que yo no soy tan sociable, que no me gusta bailar, que no me gusta sonreírle a la gente. Por eso, yo quería que el título fuera un contraste, Pétalos, pues es una palabra muy fresca, casi ingenua, natural", pero a la vez representa otra cosa.

"Mis personajes están en un momento de transición en el que se van dando cuenta de que en realidad no vale la pena estar ocultando tanto aquello que los avergüenza".
"Pienso en el cuento ‘Boezar’, cuyo protagonista es una modelo que se arranca el cabello y durante toda su vida ha simulado ser otra persona, ocultando parte de su personalidad y de repente conoce a alguien que se le parece y que se enamora de ella por este aspecto que siempre había querido ocultar."

Guadalupe Nettel, a través de Pétalos y otras historias incómodas, un magnífico libro de cuentos, nos comparte el resultado de su indagación sobre la belleza, en tiempos en los que resultado de la aceleración del tiempo, el ansia de novedad y la atenuación de las emociones en incremento de la euforia, el diseño, la moda, la seducción y los estereotipos de belleza se han elevado a categoría de valor para el mercado y la sociedad de consumo.

Polka Madre, Casa Dónde

jueves, 18 de diciembre de 2008


Ser vago es Polka Madre





Lo que nos une, más que la música, es ser vagos. Somos capaces de irnos a donde sea. Desde Finlandia hasta Ciudad Juárez”, dice Marina de Ita.

Mientras tanto, Eric sirve café en tacitas de plástico, Enrique ofrece el cartón de leche y Andrew recuerda con una sonrisa en el rostro: “Sí, además en las tocadas conocemos un chingo de gente. Una vez que tocamos en Los Ángeles, llegó Matt Groening, el de Los Simpson’s, a comprarnos unos discos”.

“Y se sabía todo de la banda. ‘Próximamente van a tocar en tal lado y vienen de Nevada. ¡Denme dos discos para presumir con mis amigos!’ es lo que nos decía”, comenta sorprendido Eric, el vocalista de Polka Madre.


“Ojalá luego salga Lisa tocando ahí con el Enrique”, agrega con una sonrisa en el rostro, la tecladista del grupo, Marina de Ita.


Conversando en la casa de Kramer, famosa por sus fiestas, con jardín y alberca y una estancia en la que los enseres domésticos conviven con amplificadores e instrumentos musicales y donde los límites entre el estudio de ensayo, el comedor y la cocina se pierden, los músicos de Polka Madre van recordando, con interludios de sonrisas, anécdotas que han coleccionado en el camino después de haberse lanzado al mismo como buenos ciudadanos del mundo, como gitanos pero muy mexicanos.

Cuenta Enrique, el clarinetista de la banda, que hace casi cinco años “Eric llegó a México para aprender español después de terminar sus estudios de Letras inglesas en Londres, y Marina le iba a dar clases (‘de posiciones de yoga’, dice Andrew)”. Y entre algunas sonrisas, Marina continúa contando: “pero desde el primer día comenzamos a platicar de música.”

Unos meses después, tomando un café en Coyoacán, vieron que Enrique tocaba el clarinete en la calle y lo invitaron a tocar con ellos.

“Y a una de las fiestas llegó Enrique para ayudarnos a vender chelas y quedó muy borracho. Así lo conocimos”, dice Eric, quien después, en un viaje a Pórtland, conocería a Andrew, el bajista, y lo invitaría a venir a México. Hace un par de años “robarían” el bataco de otra banda para conformar la alineación actual.

Andrew Cameron y Enrique Pérez
Mucha de nuestra música es triste pero para bailar”, apunta Eric.

Y Marina dice: “Nosotros ya estamos haciendo algo más propio, ya no sólo en la escena del gipsy-punk de Nueva York, que se quedaron más en lo tradicional”.

“Hay un chingo de bandas que tocan música gitana, judía, klesmer, chingo de metales pero la mayoría de esas bandas tocan igual. Nosotros somos cinco y hacemos un sonido más básico pero en las partes eléctricas le metemos más punch”, dice Andrew.

Polka Madre recientemente grabó su segundo disco en Nueva York, cuya grabación y mezcla corrió a cargo del ingeniero y productor Dan Shatzky, quien “nos ayudó muchísimo a definir el sonido de la banda”, según Enrique.

“Sin embargo, Dan nos dijo que aún no se le ocurría un nombre para el tipo de música que tocamos”, comenta Eric, mientras Andrew dice: “casi la mitad del disco lo escribimos estando en gira. Ensayamos las rolas en Nueva York y ya en el estudio queríamos grabarlas pero este güey dijo: ‘¡No! Van a hacerlo así’. Y hubo partes que cambiamos completamente.”

Marina, un poco nostálgica confiesa: “Aparte de que somos vagos, somos malos para todo por eso lo único que nos queda es ser músicos.”

“¡Hey!”, interrumpe Eric. “Yo soy buen cocinero”, lo secunda Andrew.

Y en eso Carlos Busnell, encargado de seguridad de la banda, y que a decir de Marina con su tercer ojo “vio” que iban a tener fama desde su primera tocada, aparece para recordar que además de Andrew, el hermano de Ray es chef profesional.

Raymundo Vera
“Cuando nos acompañó a Europa nos cocinaba muy bien. A Manu Chao le sorprendió eso: ‘¡Cómo ustedes tiene chef y yo no!’ se preguntó”, dice Eric.

Eso fue en un pueblito de Bélgica, aclara Andrew, “una vez que tocamos como cuatro veces y todo el pueblo se hizo nuestro amigo. Ahí fuimos a ver a Manu Chao, y la gente que nos conocía nos invitó a pasar al back stage. Entramos y tocamos acústico con su banda.”

“Y Manu empezó a bailar y eran súper cagados, bien sencillos, bien reventados, bien pedotes. Enrique sí platicó como una hora con el Manú”, dice Marina.

Marina de Ita


“Cuando andamos de gira nos hemos ido de aventón; hemos dormido en el piso de casas en las que nos dejen; no pagamos nunca un hotel; hemos llegado a vender nuestros ampli’s para ponerle gasolina a la camioneta; a veces robamos la comida de los súper’s en las carreteras”, confiesa la tecladista.

Pero Andrew reconoce que “a veces tener una cama está chido. Ya estamos rucos (risas).”


Y Enrique afirma que “lo mejor es que en el viaje vamos haciendo amigos que de verdad les gusta la música y la banda”.

“En uno de esos encuentros, conocimos dos finlandeses en Nueva York, y ellos son amigos del manager de Tuomari Nurmio, músico y escritor finlandés, y le llevaron nuestro disco y él dijo: ‘quiero tocar con este grupo’. Y para mí, eso es tocar con el héroe de toda tu vida, y más si él dice que quiere tocar con nosotros es como ¡Wow! Entonces está en planes hacer una gira por Finlandia, Rusia y Estonia”, concluye Eric.

Eric Bergman


También en 2009, en marzo, se presentarán en el Festival del Centro Histórico y en el festival South by Southwest (SXSW); en abril, en Puebla, en el Festival Barroquísimo, y probablemente en el Vive Latino.


La banda

Se formó el 1 de abril de 2004.

Integrantes: Eric Bergman, voz y guitarra; Marina de Ita, acordeón, piano y teclados; Enrique Pérez, clarinete; Andrew Cameron, bajo, y Raymundo Vera, batería.

Su primer disco se llama Casa dónde. Su segundo disco saldrá a la venta a inicios del 2009.

Lo que les gusta: bolero, tango, Son jarocho, los Tigres del Norte, Agustín Lara, Balkan Beat Box, Fire Water, World Inferno Friendship Society, Tuomari Nurmio, Bjork, Bob Dylan, Beirut, DeVotchKa, Leonard Cohen, M.I.A, la cerveza y vagar.

Lo que no les gusta: las poses, asumir un discurso panfletero, la mayor parte de la escena indie en México.

Pekka y Teija Isorattya son dos artistas finlandeses que colaboran con ellos en el trabajo artístico en su disco y presentaciones. Ellos exponen hasta el 31 de diciembre, Música de huesos, en el Museo Anahuacalli.

Si quieres saber más de ellos visita: www.myspace.com/madrecomenzon o escríbeles a polkamadre@gmail.com por Internet.

The Mars Volta, The Bedlam in Goliath, México 2008


Se presentaron en el Salón Vive Cuervo

Todo un trip, bro





Silencio y de pronto una luz azul y el primer compás de “Fistful of dollars”, de Ennio Morricone, preludio para el torrente de improvisación energética que oscilará entre lo silvestre y cauteloso y que pondrá en trance a los asistentes del concierto de The Mars Volta.

Así suele irrumpir en escena esta banda estadounidense que se presentó en el Salón Vive Cuervo de la ciudad de México el pasado viernes 7 de noviembre en la gira promocional de su más reciente disco The Bedlam in Goliath (2008), la síntesis de un rock que nunca está desligado de los conceptos y que por lo mismo se convierte en toda una propuesta mística y psicodélica.

Debido a la seguridad con que plantan en escena sus delgados cuerpos y a sus bailes latinos al interpretar la estridencia del rock, se vuelven imponentes en un ambiente intenso con canciones de 15 minutos que puede envolver o desesperar.

Por eso, muchos, después de verlos en vivo, han dicho que están re locos, que son re pachecos y que si quieres ir a ver a unos “atascados” hacer ruido, pues órale que te rifes (o sea que vayas).

Mientras que sus fieles seguidores hablan de la pura fuerza con la que suben al escenario, misma que los dota de una autoridad mística con la que pueden conminar a los presentes incluso a no hacer slam. Cedric, el vocalista, se ha llegado a mofar de los asistentes diciéndoles “demasiada testosterona” o comparándolos con borregos.

Lo que no ocurrió en su último concierto en la ciudad de México, en el que The Mars Volta cumplió las expectativas de un público en su mayoría adolescente.

Decenas de chavos que quieren parecerse a sus ídolos, Omar Rodriguez y Cedric Zavala, así como un sector joven y no tanto que renuncia a dejar de rockear aunque la edad adulta empiece a anunciar su llegada, abarrotaron el lugar, corearon y brincaron motivados por los alucinados movimientos de Cedric y por los ocurrentes bailes de Omar con su guitarra, movimientos que parecerían cercanos a lo sensual y erótico; Omar hace gemir su lira como si fuera una mujer en pleno orgasmo.

Este guitarrista también hacía las veces de director musical coordinando desde el centro del escenario los movimientos de sus compañeros: desde los vacíos impulsivos dejados por el vocalista Cedric hasta la duración de los compases para los solos sumamente intensos del baterista, todo un fenómeno en los tambores. Además, la improvisación llevaba al público a un trance hipnótico en espera de más sorpresas.


The Mars Volta y sus canciones

La banda originaria de El Paso, Texas, está compuesta por Omar Rodríguez López, puertorriqueño, y Cedric Bixler Zavala, mexicoamericano, que anteriormente integraron las bandas De Facto y At the Drive In.

Su estilo se puede considerar como nuevo rock progresivo folk. Por eso se puede decir que es una de las pocas bandas que logran hacer algo similar a lo que hizo Pink Floyd y Joy Division: innovar mediante la mezcla de diferentes estilos como el jazz, el folk, el progresivo, los arreglos psicodélicos, la guitarra flamenca, la intervención de metales como trompetas.

Además, han roto con muchos patrones iconoclastas: su origen latino en un mercado anglosajón, su independencia de estilo y la colaboración interbandas; con John Frusciante, por ejemplo.

Cedric Bixler Zavala

Entre sus canciones más importantes se encuentran: “Televators”, “Roulette dares”, “Viscera eyes”, “Lvia Vazquez”, “Meccamputechture”, “Cicatriz”, “Eriatarka”, “The Widow”, “Son et lumiere”, “Inertiatic esp”, “Miranda this gost isn’t holly animore”.

Por su parte, las letras de su nuevo disco The Bedlam in Goliat integran en una misma historia otras tres, además de retomar muchas de las figuras y símbolos utilizados en sus discos pasados. Hacen mención a Phreneo que es una cabeza que está abierta en el álbum y de ella escapan pensamientos, luego De-Loused in the Comatorium (2003) yuxtaponen esa figura con alguien que está en coma, esa es la historia que se cuenta en De-Loused, basada en uno de los amigos de Omar y Cedric, Julio Venegas, que falleció al aventarse de un puente.

En el álbum se narra la historia de Cerpin Taxt, un hombre que cae en coma luego de abusar de la morfina, un personaje que vive en coma en un universo y el que no ha despertado pero vive en el mismo, a su vez hablan de frases proféticas, figuras bíblicas y demonios y serpientes.

Omar Rodríguez López
En 2005, The Mars Volta lanzó su segunda disco, Frances the Mute, inspirado en un diario de Ward, uno de los integrantes de la banda que murió por una sobredosis de heroína, encontrado en su coche tras su muerte. Las canciones del disco están basadas vagamente en las personas descritas en el diario.

Luego, en Amputecture (2006), las figuras bíblicas son más visuales (los filisteos y pasajes del Antiguo Testamento) aún en un estado de inconciencia o trance. Amputecture si lo tocas sin parar no empieza ni termina, sólo está dividido en subcanciones como si fueran versículos, los títulos son mezcla de nombres mitológicos con español y partes en francés como “Cul de sac”, “Cygnus”, “Eriatarka”.

En este álbum hay imágenes a la lengua, al arte, finalmente se pierde el sentido del habla como cuando uno entra en trance. Empiezan a hablar de un oráculo o de un ente que trasmite profecías. Es la historia de un regalo que Omar dio a Cedric: una Ouija que compró mientras viajaban en Jerusalén y Egipto.

En The Bedlam in Goliat, la canción llamada “Ourobos” está dedicada a sucubus e incubus; el arte hace total referencia al Antiguo Testamento (serpientes, símbolos fálicos, Salomé) y usan este álbum para darle poder a la ouija.

Portada del disco The Bedlam in Goliat (2008)


Cuentan que al regresar de Egipto se fueron a una cabaña y contactaron a Ward, el ex integrante que murió de sobredosis. Cedric ha llegado a decir que querían deshacerse esa tabla porque les estaba haciendo daño.

El informe Hitler

miércoles, 17 de diciembre de 2008

La ceguera ideológica





Para Hitler y Stalin, la lucha y la guerra eran las leyes de la dinámica histórica, lucha de clases para los comunistas y lucha de razas para los nacionalsocialistas.


Esta y otras ideas nos revela El informe Hitler (Tusquets, 2008, $379), un extenso documento por momentos escalofriante y lúcido y por otros, inverosímil, ya que muestra una interpretación a modo para la lectura directa del dictador ruso una vez que el Reich había sido aplastado.


El informe está basado en el interrogatorio exhaustivo y en ocasiones brutal a los pocos testigos presenciales que los soviéticos habían capturado, entre ellos el asistente y ayuda de cámara personal del Führer, Heinz Linge, y uno de sus ayudantes militares, Otto Günsche.


Hitler pensaba que Stalin era un genio. La alta estima de Hitler hacia Stalin se fundó en la fe de omnipotencia del dictador y en la violencia como medio decisivo para el ejercicio del poder.


Stalin, por su parte, admiraba a los alemanes en general y llegó a expresarse así del dictador alemán: «Hitler, ¡que gran hombre es! Así es como hay que tratar a los adversarios políticos!», en referencia a la Noche de los Cuchillos Largos, en junio de 1934, cuando el Führer manda matar a Ernst Röhm y otros líderes de la SA (“tropas de asalto” alemanas).


¿Quién aprendió de quién?

Antes de la segunda Guerra mundial, ya se habían producido numerosos crímenes masivos en la Unión Soviética, mientras que los mayores crímenes masivos de la dictadura nacionalsocialista no comenzaron sino hasta 1939 y, en algunos casos, hasta 1941.


¿Qué los hermana? Ambos, eran políticos populistas cuya suerte se vio transformada por una profunda crisis social y política que les ayudó a gravitar desde los márgenes hasta el centro de la política. Ambos eran intrusos en cierto sentido. Stalin era natural de Georgia, que había sido anexionada al vasto imperio ruso en 1806, y Hitler había nacido en Austria, que estuvo unida a su vecina germánica mayor sólo brevemente, entre 1938 y 1945.


Los dos tenían una perspectiva revolucionaria, pues estaban impacientes por cambiar el viejo orden y veían con ojos críticos la Europa burguesa convencional, por lo que ambicionaban rehacer la historia del mundo.


La base que llevó a Stalin y Hitler a alcanzar la dictadura fue que los dos tenían un desmesurado apetito de poder y porque su crueldad, su astucia política y la creencia ciega en su misión les permitieron transformar su ambición en realidad. Una ambición que increíblemente compartieron a millones de compatriotas. Eso que sólo puede hacer el embrujo y encantamiento de la ideología.


Por eso, cada uno a su manera, Stalin y Hitler lograron ejercer formas de autoridad personal directa como nunca se habían visto en la edad moderna.


La marcha de la locura, de Bárbara Tuchman

Un libro que nos hace pensar en otro igual de impresionante, escrito por la politóloga estadounidense, Bárbara Tuchman, titulado La marcha de la locura (FCE:1984, $178), en donde analiza cuatro ejemplos históricos: la guerra de Troya, la reforma protestante, las 13 colonias del Atlántico y la Guerra de Vietnam, para aterrizar la tesis de que estos ejemplos no necesariamente debieron haber concluido como lo hicieron, pues afirma que: 1) había indicadores claros de que el proceso se estaba saliendo de control; 2) tales indicadores no fueron captados por quienes tenían que tomar las decisiones idóneas a la naturaleza del problema, y 3) no solamente no se tomaron las decisiones pertinentes para el caso, sino que se tomaron decisiones que ahondaron la crisis subyacente en cada uno de estos procesos.


La autora encuentra la explicación en una ceguera mental en el líder que tiene que solucionar el proceso que lo hace incapaz de ver el destino de sus actos.


Esa patología perversa es compartida por este par de dictadores fundamentales para la construcción del mundo del siglo XX, y consiste en que el líder es dominado por el ego y se niega a reconocer el error, lo que lo lleva a la destrucción permanente y desenfrenada.


Pero si además uno piensa en lo que sucedió con los grandes intelectuales del Reicht, esta patología puede difundirse a tal grado que puede cegar a una sociedad entera, sus grandes intelectuales incluidos. Es impresionante como Martin Heideger y Carl Schmit ensalzaron al Reicht. ¿Qué pasa en el ser humano? ¿En qué punto clausura su propia estructura de pensamiento para negar ciertas realidades y al mismo tiempo focalizar otras, privilegiar la visión en ellas y quedarse con ese ángulo de la realidad única y exclusivamente?


El Informe es vigente, escarnecedor y radical porque en el fondo nos brinda un registro sobre lo que el ser humano es capaz de hacer.

Historias de la Revolución mexicana

Los ríos de tinta de la Revolución

Mucha tinta ha corrido sobre lo que ocurrió, significó, ha significado y significa la Revolución mexicana, «el gran tsunami» que cambió a México para siempre. Eso es lo que presenta Luis Barrón en Historias de la Revolución Mexicana (FCE, $155), un muy buen trabajo de investigación y recolección sobre el gran movimiento social que cambió al país entero y que buscó con éxito darle una dirección constructiva.

La Revolución mexicana no sólo es historia, sino también memoria, y en la medida en que es memoria, también es mito e idea. Y la historiografía sobre la Revolución, junto con los diversos grupos que se la han disputado como basamento ideológico, refleja la misma complejidad.

Sobre todo cuando la historia ha dejado de ser entendida como una verdad unívoca, como dice el filósofo italiano Gianni Vattimo en su texto "Posmodernidad ¿una sociedad transparente?" al proponer que la creación de las nuevas tecnologías, sobre todo Internet, han dotado al ser humano de una herramienta con la que puede aprehender la realidad y construir verdades por sí mismo, así como dar voz a aquellas culturas o personas que antes eran más fácilmente silenciadas.

Es a través la multiplicidad de las racionalidades que la verdad deja de ser un bien del que se puede tener monopolio, es decir, cada ser individual, en su particularidad y forma de entender el mundo es una racionalidad que "compite" con millones.

Aunque, no seamos ingenuos, lo anterior no impide que dentro de esa concatenación de racionalidades exista una con mayor poder, la cual es representada en su mayoría por los convecionalismos sociales, los poderes fácticos y los Estados que contratan espacios mediáticos para difundir, ya no sus discursos, sino sus frases de marketing político, sus verdades que, aún, son las de mayor poder.

Si incribimos esta pérdida de univocidad histórica a partir de la gran Revolución Tecnológica de los años 60/70, no es casualidad que al confluir la profesionalización de la historia regional con la represión del movimiento estudiantil del 68 y los cuestionamientos que desde la fundación del partido oficial se le venían haciendo al «Estado revolucionario», en nuestro país fue posible que en las diversas regiones se descubrieran distintas revoluciones y se hallaran las múltiples contradicciones y a veces terribles consecuencias de la Revolución mexicana.


Los estudios regionales se convirtieron en una fuente inagotable de evidencia para sustentar la tesis del fracaso de la Revolución. Tesis que, como dice Luis Barrón, adoptaron los revisionistas.


Con base en libros que van desde Luis Medina Peña, Daniel Cosío Villegas, Jesús Silva Herzog, Frank Tannenbaum, hasta de Lorenzo Meyer, Arnaldo Córdova, Enrique Krauze, y con un concreto y claro prólogo de Friederich Katz, Barrón nos entrega un muy completo y sintético repaso sobre lo que se ha dicho, elaborado y registrado sobre este concepto que no pierde vigencia y al cual es importante revisitar para entender nuestras patologías políticas y socioculurales.

NIN: Novela I Narcotráfico

lunes, 15 de diciembre de 2008

El título de este artículo pese a compartir al nivel fonológico el nombre del grupo NIN (Nine Inch Nails) no tiene nada que ver con esa banda, sino con una relación estrecha entre dos términos que se complementan mutuamente, ya que son, por distintos motivos, reflejos de nuestro tiempo: Novela y Narcotráfico.

Coyuntura o drama interior

"La novela es una forma de conocer más profundamente una sociedad, por eso son peligrosas y han estado prohibidas en diferentes épocas de la historia, pues dan una radiografía completa, profunda y crítica, de la sociedad" nos ha mencionado el escritor Gonzalo Velorio.

La literatura al ser un hecho social reproduce la problemática de una sociedad concreta. Con esa inquietud por desentrañar la relación entre la literatura y un contexto social específico, acudimos a algunos escritores mexicanos, principalmente Mario González Suárez y Sergio González Rodríguez, que recientemente han publicado novelas en torno de este tema pero de maneras distintas: como un tema coyuntural para dar testimonio de una época o como el reflejo de una crisis social interiorizada en un individuo concreto.

"En México se ha creado una narrativa en los últimos 15 años que describe episodios muy significativos de violencia; ha habido una explotación muy intensa del tema. Pero la mayoría responde a una inmediatez o a un registro meramente lingüístico", dice Sergio González Rodríguez, autor de la novela El vuelo (Mondadori, $189).

"Me he vinculado a este tema porque creo que hay otro de mayor profundidad que la inmediatez de hablas vernaculares o el sensacionalismo de la violencia inmediata."

Para el escritor sinaloense Élmer Mendoza, sin embargo, el lenguaje "es la forma en la que una época, la nuestra, puede representarse". Por eso Mario González Suárez en su novela A wevo, padrino (Mondadori, $189), privilegia el lenguaje para construir su novela. El mismo nos comenta: "necesitaba de la flexibilidad del lenguaje oral para poder contar esta historia porque ahí radica buena parte de su verosimilitud".

Su novela es la historia de un personaje que por casualidad se ve inmerso en el mundo del hampa, cuya vida es narrada de forma coloquial.

Con Mario González tenemos el ejemplo de una forma de dar testimonio mediante un recurso literario, aunque con poco trabajo descriptivo y de inmersión psicológica de los personajes.

Contrariamente, Sergio González piensa que "este tipo de temas deben ser desplazados de su inmediatez para quitarnos de encima esta mezcla de imantación, fascinación, odio, afecto, y entenderlo en un ámbito más complejo. Creo que hay un drama profundo de la sociedad y de la cultura, de por medio."

Sergio González Rodríguez

En su novela, El vuelo, cuenta la vida de Rafael Asunción Vizcaya, un joven que azarosamente se ve inmerso en el negocio del tráfico de drogas y sin darse cuenta será capaz de aceptar el pacto de violencia inherente al crimen.

En esta novela se muestra la interiorización individual de un drama social que hoy cobra particular vigencia. El drama de un individuo concreto, con nombre y apellido, determinado hasta cierto punto por su entorno inmediato y por las condiciones que se ve obligado a enfrentar pero que en esa cierta determinación se cuestiona sobre la realidad que experimenta.

Entonces, el trabajo de indagación interior personal es mucho más logrado que en el caso de A wevo, padrino. Por lo tanto, refleja el contexto social al interior del individuo pero no como pretexto coyuntural.

Por eso Sergio González hace un desfase temporal situando su novela en los años 60: "La fecha no es arbitraria, yo tengo la impresión de que hacia esos años se empieza a vincular primero el mundo en general con los primeros apuntes de lo que sería la economía global, y con el crecimiento de actividades delincuenciales de alcance intercontinental, que además ganarían terreno en diversos ámbitos", dice el autor.

Contra la Simulación del poder

Para Mario González Suárez "la primera exigencia que debe hacerse un escritor es no ser ingenuo, lo que significa no creer que el mundo es tan fácil y está dividido en buenos y malos".


Mario González Suárez

Ese es el discurso de los medios y el poder político, esa es la simulación, la ficción elevada al grado de institución para sostener solidez de un Estado mexicano de papel.

"Al principio nos alimentábamos con el estereotipo de señores hablando en lengua pintoresca, de hazañas de narquillos de cuarto nivel en la Sierra de Sinaloa hacia el Norte. Fantasías. Los narcotraficantes no se visten con sombreros ni botas grandes. El narcotráfico es un proceso de largo tiempo. Esos señores no están afuera, sino dentro de las instituciones", agregaría Sergio González Rodríguez.

"La 'gente' (institucional, del poder) piensa que es mejor vivir en el engaño. Ahorita es un círculo que no tiene salida porque no quieren encontrarla y prefieren la inercia del engaño."

Asimismo, el cineasta y escritor Enrique Rentería, autor de la novela En los ojos de los gatos (Tusquets, $199), en la que aborda dos hechos sintomáticos sobre el tema de la simulación: la masacre de Tlatelolco en 1968 y el terremoto de 1985, dice: "Hay una costumbre gubernamental para no dejarnos ver las cosas. Tenemos unos gobiernos que nos adormecen, que nos tienen aletargados para que todo nos pase como de noche".

"¿Por qué no nos dicen la verdad? ¿No merezco saber la verdad de lo que pasó en el 68, lo que pasó en el sismo o de que en realidad ahorita no pueden con los narcos?", agrega.

"Al final los gruperos son más conscientes de lo que está pasando. Habría que revisar a los Almada porque ellos fueron los primeros que se empezaron a ocupar de los narcos, de Camelia la texana. Hace 15 años los gruperos ya vivían esa realidad que los demás venimos a descubrir después", afirma Rentería.

Enrique Rentería

A propósito de esto, el director de Canal 22 Jorge Volpi dijo: "yo regresé a México después de 10 años para encontrar un país brutalmente dividido, enfrentado, lleno de rencor, después de un momento muy brillante en el 2000 cuando parecía que todo mejoraría. Seis años después se habían dilapidado por completo las esperanzas del 2000. Que es como si los estadounidenses dilapidaran en cuatro años por completo lo que ha pasado hoy con Obama. Espero que con él no se dé el desperdicio como el que ocurrió en México con los seis años de Fox."

Pues ha heredado un país "horrorizado y amenazado en el que parecería que cada quien tuviera un pizarrón para ir anotando cuántos muertos ha habido del narcotráfico, como si se tratara de establecer récords", agrega Volpi.

"Hemos llegado a una situación que la mayoría de la gente no quería observar pero que se veía venir. El índice de impunidad de los delitos en México es tan alto (99%) que ya no podemos presumir que vivimos en un Estado de derecho o en una democracia, sino en una sociedad tremendamente corroída en sus instituciones políticas por la corrupción del narcotráfico", menciona Sergio González Rodríguez.
Aunado a esto, "hace dos meses se dio la noticia de un experto investigador de la ONU que nos dijo que la mitad del territorio mexicano, la mitad de los municipios, están tomados por el narcotráfico. El Estado ya no tiene el control territorial, tampoco tiene el monopolio de la violencia".
Lo que se volvió preocupante en voz del ex secretario de Gobernación, el difunto Juan Camilo Mouriño, cuando mencionó que el Estado ya no puede garantizar la seguridad de los ciudadanos.

"En esto hay muchos que ganan. Eso es lo más grave. Hay muchos intereses de por medio. El narcotráfico en México implica 21,000 millones dólares que se lavan en dinero procedente del narcotráfico al año. ¿Dónde está ese dinero?"

"Hay un mercado político donde todos ganan a partir de engañar a los demás. Por eso hay que poner en duda el propio estatuto del Estado", afirma González Rodríguez.

Y Jorge Volpi añade: "Este puritanismo de lucha feroz contra las drogas a los únicos que beneficia es a los productores y distribuidores. Uno puede combatir la producción pero eso no acabará con el consumo, lo único que hará será limitarlo y si acaso encarecer el producto."

"Esa es la comprobación máxima de la poca utilidad que tiene el combate frontal contra el narcotráfico. Mientras la lógica global, dirigida todavía por EU, no quiera encontrar una salida distinta, seguiremos en esta situación entrampada que sólo genera más violencia".

Jorge Volpi

Estos escritores coinciden en que al reconocer el contexto complejo en el que viven, donde la realidad se crea por los medios de comunicación y el poder político de un modo simulado y cínico, deben asumir la tarea de retratar lo que es "real", como forma de contrarrestar los discursos del poder político y económico.

La seducción de lo efímero

También es importante determinar desde qué postura hacerlo y con qué sentido. La violencia inherente a estos temas es la generada por un tipo de ser humano que responde a un nuevo modelo de cultura que se confeccionó a partir de los años 60.

La alteración fue provocada por dos fenómenos. Por un lado, la nueva conciencia sobre el creciente deterioro ambiental y, por otro, la acelerada Revolución Tecnológica e Informática que provocó la aceleración del tiempo y la reducción de la duración en las relaciones sociales. Ambos fenómenos darían origen al modelo de economía global, dirigida por el poder militar y económico de los EU.

Dentro de la nueva lógica cultural encontramos fenómenos como una nueva superficialidad intelectual en detrimento del pensamiento y la reflexión; un nuevo subsuelo emocional que promueve el culto por lo efímero, lo instantáneo, las intensidades, y esto da origen a un nuevo tipo humano que, en virtud de sus intereses, se adapta a las condiciones y se desprende fácilmente de cualquier compromiso o responsabilidad.


De este modo Novela y Narcotráfico se encuentran estrechamente relacionados tanto como respuesta a un contexto sociocultural bien definido, cuanto como alternativas para entender lo que es el ser humano a inicios del siglo XX.

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