NIN: Novela I Narcotráfico

lunes, 15 de diciembre de 2008

El título de este artículo pese a compartir al nivel fonológico el nombre del grupo NIN (Nine Inch Nails) no tiene nada que ver con esa banda, sino con una relación estrecha entre dos términos que se complementan mutuamente, ya que son, por distintos motivos, reflejos de nuestro tiempo: Novela y Narcotráfico.

Coyuntura o drama interior

"La novela es una forma de conocer más profundamente una sociedad, por eso son peligrosas y han estado prohibidas en diferentes épocas de la historia, pues dan una radiografía completa, profunda y crítica, de la sociedad" nos ha mencionado el escritor Gonzalo Velorio.

La literatura al ser un hecho social reproduce la problemática de una sociedad concreta. Con esa inquietud por desentrañar la relación entre la literatura y un contexto social específico, acudimos a algunos escritores mexicanos, principalmente Mario González Suárez y Sergio González Rodríguez, que recientemente han publicado novelas en torno de este tema pero de maneras distintas: como un tema coyuntural para dar testimonio de una época o como el reflejo de una crisis social interiorizada en un individuo concreto.

"En México se ha creado una narrativa en los últimos 15 años que describe episodios muy significativos de violencia; ha habido una explotación muy intensa del tema. Pero la mayoría responde a una inmediatez o a un registro meramente lingüístico", dice Sergio González Rodríguez, autor de la novela El vuelo (Mondadori, $189).

"Me he vinculado a este tema porque creo que hay otro de mayor profundidad que la inmediatez de hablas vernaculares o el sensacionalismo de la violencia inmediata."

Para el escritor sinaloense Élmer Mendoza, sin embargo, el lenguaje "es la forma en la que una época, la nuestra, puede representarse". Por eso Mario González Suárez en su novela A wevo, padrino (Mondadori, $189), privilegia el lenguaje para construir su novela. El mismo nos comenta: "necesitaba de la flexibilidad del lenguaje oral para poder contar esta historia porque ahí radica buena parte de su verosimilitud".

Su novela es la historia de un personaje que por casualidad se ve inmerso en el mundo del hampa, cuya vida es narrada de forma coloquial.

Con Mario González tenemos el ejemplo de una forma de dar testimonio mediante un recurso literario, aunque con poco trabajo descriptivo y de inmersión psicológica de los personajes.

Contrariamente, Sergio González piensa que "este tipo de temas deben ser desplazados de su inmediatez para quitarnos de encima esta mezcla de imantación, fascinación, odio, afecto, y entenderlo en un ámbito más complejo. Creo que hay un drama profundo de la sociedad y de la cultura, de por medio."

Sergio González Rodríguez

En su novela, El vuelo, cuenta la vida de Rafael Asunción Vizcaya, un joven que azarosamente se ve inmerso en el negocio del tráfico de drogas y sin darse cuenta será capaz de aceptar el pacto de violencia inherente al crimen.

En esta novela se muestra la interiorización individual de un drama social que hoy cobra particular vigencia. El drama de un individuo concreto, con nombre y apellido, determinado hasta cierto punto por su entorno inmediato y por las condiciones que se ve obligado a enfrentar pero que en esa cierta determinación se cuestiona sobre la realidad que experimenta.

Entonces, el trabajo de indagación interior personal es mucho más logrado que en el caso de A wevo, padrino. Por lo tanto, refleja el contexto social al interior del individuo pero no como pretexto coyuntural.

Por eso Sergio González hace un desfase temporal situando su novela en los años 60: "La fecha no es arbitraria, yo tengo la impresión de que hacia esos años se empieza a vincular primero el mundo en general con los primeros apuntes de lo que sería la economía global, y con el crecimiento de actividades delincuenciales de alcance intercontinental, que además ganarían terreno en diversos ámbitos", dice el autor.

Contra la Simulación del poder

Para Mario González Suárez "la primera exigencia que debe hacerse un escritor es no ser ingenuo, lo que significa no creer que el mundo es tan fácil y está dividido en buenos y malos".


Mario González Suárez

Ese es el discurso de los medios y el poder político, esa es la simulación, la ficción elevada al grado de institución para sostener solidez de un Estado mexicano de papel.

"Al principio nos alimentábamos con el estereotipo de señores hablando en lengua pintoresca, de hazañas de narquillos de cuarto nivel en la Sierra de Sinaloa hacia el Norte. Fantasías. Los narcotraficantes no se visten con sombreros ni botas grandes. El narcotráfico es un proceso de largo tiempo. Esos señores no están afuera, sino dentro de las instituciones", agregaría Sergio González Rodríguez.

"La 'gente' (institucional, del poder) piensa que es mejor vivir en el engaño. Ahorita es un círculo que no tiene salida porque no quieren encontrarla y prefieren la inercia del engaño."

Asimismo, el cineasta y escritor Enrique Rentería, autor de la novela En los ojos de los gatos (Tusquets, $199), en la que aborda dos hechos sintomáticos sobre el tema de la simulación: la masacre de Tlatelolco en 1968 y el terremoto de 1985, dice: "Hay una costumbre gubernamental para no dejarnos ver las cosas. Tenemos unos gobiernos que nos adormecen, que nos tienen aletargados para que todo nos pase como de noche".

"¿Por qué no nos dicen la verdad? ¿No merezco saber la verdad de lo que pasó en el 68, lo que pasó en el sismo o de que en realidad ahorita no pueden con los narcos?", agrega.

"Al final los gruperos son más conscientes de lo que está pasando. Habría que revisar a los Almada porque ellos fueron los primeros que se empezaron a ocupar de los narcos, de Camelia la texana. Hace 15 años los gruperos ya vivían esa realidad que los demás venimos a descubrir después", afirma Rentería.

Enrique Rentería

A propósito de esto, el director de Canal 22 Jorge Volpi dijo: "yo regresé a México después de 10 años para encontrar un país brutalmente dividido, enfrentado, lleno de rencor, después de un momento muy brillante en el 2000 cuando parecía que todo mejoraría. Seis años después se habían dilapidado por completo las esperanzas del 2000. Que es como si los estadounidenses dilapidaran en cuatro años por completo lo que ha pasado hoy con Obama. Espero que con él no se dé el desperdicio como el que ocurrió en México con los seis años de Fox."

Pues ha heredado un país "horrorizado y amenazado en el que parecería que cada quien tuviera un pizarrón para ir anotando cuántos muertos ha habido del narcotráfico, como si se tratara de establecer récords", agrega Volpi.

"Hemos llegado a una situación que la mayoría de la gente no quería observar pero que se veía venir. El índice de impunidad de los delitos en México es tan alto (99%) que ya no podemos presumir que vivimos en un Estado de derecho o en una democracia, sino en una sociedad tremendamente corroída en sus instituciones políticas por la corrupción del narcotráfico", menciona Sergio González Rodríguez.
Aunado a esto, "hace dos meses se dio la noticia de un experto investigador de la ONU que nos dijo que la mitad del territorio mexicano, la mitad de los municipios, están tomados por el narcotráfico. El Estado ya no tiene el control territorial, tampoco tiene el monopolio de la violencia".
Lo que se volvió preocupante en voz del ex secretario de Gobernación, el difunto Juan Camilo Mouriño, cuando mencionó que el Estado ya no puede garantizar la seguridad de los ciudadanos.

"En esto hay muchos que ganan. Eso es lo más grave. Hay muchos intereses de por medio. El narcotráfico en México implica 21,000 millones dólares que se lavan en dinero procedente del narcotráfico al año. ¿Dónde está ese dinero?"

"Hay un mercado político donde todos ganan a partir de engañar a los demás. Por eso hay que poner en duda el propio estatuto del Estado", afirma González Rodríguez.

Y Jorge Volpi añade: "Este puritanismo de lucha feroz contra las drogas a los únicos que beneficia es a los productores y distribuidores. Uno puede combatir la producción pero eso no acabará con el consumo, lo único que hará será limitarlo y si acaso encarecer el producto."

"Esa es la comprobación máxima de la poca utilidad que tiene el combate frontal contra el narcotráfico. Mientras la lógica global, dirigida todavía por EU, no quiera encontrar una salida distinta, seguiremos en esta situación entrampada que sólo genera más violencia".

Jorge Volpi

Estos escritores coinciden en que al reconocer el contexto complejo en el que viven, donde la realidad se crea por los medios de comunicación y el poder político de un modo simulado y cínico, deben asumir la tarea de retratar lo que es "real", como forma de contrarrestar los discursos del poder político y económico.

La seducción de lo efímero

También es importante determinar desde qué postura hacerlo y con qué sentido. La violencia inherente a estos temas es la generada por un tipo de ser humano que responde a un nuevo modelo de cultura que se confeccionó a partir de los años 60.

La alteración fue provocada por dos fenómenos. Por un lado, la nueva conciencia sobre el creciente deterioro ambiental y, por otro, la acelerada Revolución Tecnológica e Informática que provocó la aceleración del tiempo y la reducción de la duración en las relaciones sociales. Ambos fenómenos darían origen al modelo de economía global, dirigida por el poder militar y económico de los EU.

Dentro de la nueva lógica cultural encontramos fenómenos como una nueva superficialidad intelectual en detrimento del pensamiento y la reflexión; un nuevo subsuelo emocional que promueve el culto por lo efímero, lo instantáneo, las intensidades, y esto da origen a un nuevo tipo humano que, en virtud de sus intereses, se adapta a las condiciones y se desprende fácilmente de cualquier compromiso o responsabilidad.


De este modo Novela y Narcotráfico se encuentran estrechamente relacionados tanto como respuesta a un contexto sociocultural bien definido, cuanto como alternativas para entender lo que es el ser humano a inicios del siglo XX.

OnePlusYou Quizzes and Widgets
Created by OnePlusYou