Entrevista a Cristóbal Jodorowski

martes, 8 de noviembre de 2011

"El psicoanálisis fracasó. Lo importante es el acto poético"
El psicomago ofrece los miércoles de noviembre lecturas gratuitas de tarot

El apellido Jodorowsky determina a una especie de estirpe de creadores. Ninguno tan extravangante y conocido como el papá, Alejandro, lo cual no reduce el apellido a una serie de películas "raras" o algunos perfomances de escándalo en los 70. Ese apellido representa una genealogía que busca la sanación, un estilo de vida. No es difícil darse cuenta de ello, si uno se sienta a platicar un rato con alguno de los representantes de esta bandera, ya sea Alejandro, Adán o Cristóbal. Adán un conocido y recurrente cantante de rock en México, que experimenta el desarrollo de personajes, y Cristóbal un consistente practicante de un sistema creado en familia: la psicomagia.

Aprovechando que Cristóbal se encuentra en México realizando talleres, conferencias, "viajes iniciáticos", lecturas gratuitas de tarot, promoviendo su libro El collar del tigre -que ha puesto al servicio de los internautas interesados, los cuales ya suman 300,000 descargas gratuitas- y realizando otros trabajos artísticos, le preguntamos sobre su modelo de pensamiento, esta propuesta familiar de terapia que une dos conceptos Psicomagia y Genealogía. Cristóbal comenta:

"La genealogía es el estudio del ego, del yo, de esa bandera. Te muestra cómo nosotros somos el resultado de un pasado genealógico, que a veces nuestros conflictos son el resultado de situaciones no resueltas cuatro generaciones atrás. Y eso es un lenguaje, es como hablar inglés. Entonces, estudias, te comprendes y luego actúas porque no basta con saber intelectualmente. Eso ya lo sabemos. El psicoanálisis ya fracasó: no sana. Las terapias verbales tampoco ayudan", comenta el artista nacido en México pero radicado en Francia, donde imparte y lee, junto con su padre, enseñanzas del tarot de Marsella, fundamental en su sistema de pensamiento.

"La psicomagia está basada en el acto y te permite liberarte. Además, es muy interesante porque no niega los impulsos. En la psicomagia, como en el sueño, no hay imposibles. Puedes hacer todo. El que hace la psicomagia en lugar de negar el impulso, lo realiza. Si el impulso es fracasar fracasas y sales a la calle vestido de mendigo y dices: 'fracasé porque mis padres querían que fracasara', y luego entierras eso, porque una vez que el inconsciente comprende que ya lo realizó puedes pasar a otra cosa", añade Cristóbal.

Una familia de freelance espirituales

En esta familia, arte y espíritu van muy ligados. Sabemos que Alejandro Jodorowsky vivió en México y aquí convivió con chamanes, como también lo hizo con magos de otras regiones del mundo, siempre interesado en conocer el funcionamiento del hemisferio derecho del cerebro, zona donde se ubican las intuiciones. Cristóbal es amable y transparente. Sin tapujos nos cuenta que proviene de una familia de "artistas místicos" o "freelance espirituales", artistas que buscan, a pesar de las neurosis humanas, la salud humana, "los niveles más amplios del ser humano", dice.

Desde niño acompañó a su padre a toda clase de talleres, sanaciones, operaciones, viajes, experimentos. A los tres años le regalaron su primer tarot de Marsella. El día de esta entrevista lo guarda en la bolsa superior izquierda de su saco azul marino, luego lo extiende sobre la mesa. "Todos los días lo estudio, siempre encuentro un detalle nuevo", confiesa. Con la psicomagia se dio cuenta, como el dice, de que "la magia existía pero no como uno lo pensaba, con superstición, sino que nuestro cerebro era mágico: soñamos. Me metí con el alma desde que era niño, asistía a talleres, y talleres, fui masajeado, tocado, medité a los cinco años, mi casa era universidad paralela, un hervidero cultural". En Cristóbal el tema es más vital. Si su padre juntó las bases de la psicomagia, fue Cristóbal quién lo propuso como terapia:

"Mis padres viene de una crianza salvaje. Los dos, huérfanos. El papá de mi padre perseguía a mi papá con un cinturón pensando que pegarle a los niños era bueno para la salud y le pegaba todos los días. Entonces mis padres me marcaron a mí de niño, porque yo nací en su época salvaje, eran artistas pero salvajes. Entonces yo salí de la adolescencia neurótico y decidí aplicar la psicomagia a mi mismo. Se creó pero había que ver si funcionaba porque era algo totalmente nuevo. Y les dije que la aplicáramos en familia. Llegué a la casa y comencé a hacer actos y actos y actos, a llorar, a vivir cada trauma, a recrearlo teatralmente y me fui liberando de muchos traumas de la infancia, de los fundamentales", la ha aplicado durante 30 años y ahora comparte esos actos poéticos con aquellos a quienes lee el tarot. Los interesados pueden acudir los miércoles por la tarde al Cafe Beganic (Álvaro Obregón 153, colonia Roma).

"Yo la he aplicado, luego lo apliqué a mis hijos, se convirtió en mi forma de pensar, es como convertirse en un pianista, es un arte también porque parte de los sueños pero no es así como así proviene de la numerología, del tarot. Todo está estudiado, viene con la genealogía, con la psicología. Es psicomagia. Claro que sigo viajando por todo el mundo visitando chamanes.

Más piezas sueltas de esta entrevista

Cristóbal se encuentra en México realizando unos talleres y conferencias, cada miércoles lee el tarot gratis, está preparando una exposición de pintura que se montará a finales de noviembre, está preparando un largometraje que se filmará en México y editando un mediametraje que es la primera parte de una serie de películas sobre psicomagia, cine de conciencia, cine sanador.

"Todo lo que pueda para ayudar. Yo pienso que el ser humano tiene una conciencia muy reducida, él en tanto que conciencia no está suficientemente revelado, despierto. Nuestros cerebros están muy poco conectados y lo que yo intento hacer es que nos conectemos mejor. Estar en estado de conciencia es cuando tu cerebro está completamente conectado. Estamos muy desconectados. Para qué contarse cuentas. Estamos como primitivos, creemos que somos muy racionales pero somos realmente primitivos, con estructuras muy viejas. Yo ayudo a que esas estructuras poco a poco se vayan convirtiendo en abono y uno pueda vivir de forma más amplia. Hay gente que tiene buena intención, sí existe. Yo soy una segunda generación de esa clase de gente. Tengo mi neurosis como todo ser humano, existe, sin embargo hay algo en mi que es ese sentimiento de pertenecer a la raza humana, sentir que es mía, como cualquiera es mío, no considero a la gente como un extranjero, no en un sentido de posesión sino en un sentido amoroso. Si yo pudiera me haría cargo de ti de alguna manera. Me gustaría ayudarte para que vivas mejor. Es un sentimiento que aparece cuando uno descubre lo transpersonal, que sobre pasa su ego personal. Mientras uno se va transformando ayuda a transformar a los otros.

¿Es complicado no?

Es laborioso no complicado. Te pide trabajo. Te pide todo el día. Luego uno cae, se levanta, cae, se levanta y comienzas de nuevo. Yo pienso que para tocar ese punto hay que ser muy libre interiormente, tener el coraje de soltar los condicionamientos y verse desde otro lugar, que de ese punto de vista que está impuesto por la familia, la sociedad, la historia y la educación. Fuera de eso. Uno cree que tiene que ser para ser aceptado. Tiene que soltar y trabajar porque no solo son ideas sino son conexiones en tu cerebro y ahí están muy pegadas, como con cemento, entonces también hay que ir poco a poco y ahí es cuando aparece el trabajo de la psicomagia porque va directamente a eso. Nuestras conexiones no entienden el racional, no les importa que tú entiendas, ellas siguen ahí pegaditas, tienen un instinto de conservación muy fuerte, y nos impiden salir de nuestra prisión. Esas conexiones de alguna manera representan una bandera de clan, es como un dibujo en tu cerebro, es como si con esas conexiones mantuvieras vivo a tu clan y se va transmitiendo de padres a hijos. Entonces soltar esa bandera implica matar simbólicamente para tu mente a todo el pasado, te sientes culpable y por eso te cuesta trabajo y luego sientes que si desaparece te encuentras solo y si te encuentras solo te pueden matar los otros clanes. Es una mente muy primitiva.

Nosotros tenemos varias miradas. En este momento tenemos cuatro conversaciones, una física, una emocional, una más intelectual y otra completamente instintiva, más una completamente espiritual que ya no es una conversación sino una unión.

El Mandala es una especie de espejo que le muestra a tu cerebro cómo conectarse. Tenemos neuronas espejo copian el mandala en la mente y le dan una estructura para que durante un momento se conecte de otra manera. Te muestra otro estado de conciencia. El alma es perfecta. Lo que hay que reconstituir es el psiquismo.

Hay que tener una visión clara, quien no la tiene no puede avanzar. Nosotros somos creadores de realidad, esa es tu verdad y luego todo responde a eso. Si cambias tu visión el mundo se abre. Entonces tienes qué elegir, con qué te metes. Tu creas la realidad que más te convenga.

Mis pinturas son una mezcla de emociones, intento de unir culturas porque hay cultura japonesa, mexicana, francesa, hindú, alquímica. Mi pintura proviene de mi inconsciente, para mí el cerebro es como un mercado de Sonora, está lleno de símbolos, están todas las culturas dentro. No somos de ninguna cultura, somos de todas. Se inspira de esa condición unificada del ser. A veces hago collages y uso comics pornográficos que compro en Garibaldi y pongo imágenes de la Virgen o policías, voy a la identificación alegre de todo.

El collar del tigre es un koan zen

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