Al ahora activista social propone rescatar modelos sociales de la periferia pues la modernidad fracasó
"No tengo problemas con dios sino con los hombres por su incapacidad de amar, por su imbecilidad", comentó ayer el poeta Javier Sicilia en una charla que sostuvo con periodistas y algunos de sus lectores, en donde habló de poesía, de sistemas económicos y también de política, y presentó la colección de la revista Conspiratio, publicada por la editorial Jus.
Sicilia recordó a su hijo asesinado hace unos meses, evento que fue el punto de quiebre para su silencio poético y que lo enfiló a liderar el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, del cual reconoció ser la personalidad más visible pero no la más importante. Al respecto, mencionó al cura Miguel Concha y al sociólogo Emilio Álvarez Icaza, como unos de los más brillantes.
Sicilia no evitó la pregunta y la enfrentó directo: "Yo entendí hace mucho tiempo que dios no es todo poderoso. Si lo fuera sería un hijo de la chingada. Entendí que si algo revela Cristo (como encarnación divina) es que dios es absolutamente impotente. El amor no puede nada. Como ejemplo está mi hijo. Pero el símbolo que lo comprueba es este: Dios se vacía de su poder y se encarna en lo más inerme, un niño pobre", añadió el activista.
AMLO se confunde. Gandhi sí entendía el amor
En la charla mencionó que el aspirante a la Presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador, se confunde cuando habla de una "república amorosa", porque "no es posible pensar en el amor cuando se habla del poder".
"Uno es generoso o amoroso porque sí, no por imposición. No puede haber una república amorosa, sino justa, de paz, igualdad y fraternidad", acotó.
Al hablar de los líderes políticos recordó a una figura que a él verdaderamente le cambió la vida: Mahatma Gandhi, un personaje ejemplar para Sicilia.
"Uno no se vuelve generoso porque le digan que sea generoso. La primera base sí es la cortesía pero en realidad uno quiere ser generoso cuando ve a alguien generoso. En ese sentido, hablamos de una práctica que hay que ejercer para poder transitar a nuevos modelos. Yo cuando vi a Gandhi dije: 'quiero ser como ese hombre, y si no, mínimo, acercarme lo más posible', me impresionaba lo fuerte que era este hombre aparentemente frágil", dijo aunque reconoció que India fue hacia otro lado.
Los comentarios de Sicilia fueron a algo más general: la crítica al sistema de producción capitalista: "Hay que pensar en otro mundo por este mundo del progreso, del contrato social hobbesiano ya tronó. México tiene características muy terribles pero esta crisis del Estado y del Mercado es un fenómeno mundial. El capitalismo es inmoral. Marx fue un capitalista burgués que intentó domesticarlo pero moralizar al demonio está duro", comentó.
Imaginando otros modelos recordó experiencias de solidaridad en los pueblos que recorrió con su caravana hace un par de meses, y también ejemplos más concretos como las juntas de buen gobierno zapatistas y la organización de sus comunidades autónomas en los denominados caracoles.
"Ese otro mundo está en el entendimiento, en las formas de fraternidad que se elaboran al margen del Estado. La economía es el cuidado de la casa. No siempre ha triunfado el modelo rapaz de escasez. Esas experiencias de solidaridad que recolectamos son el amor del que hablo, pues no se organiza conforme al poder. Esto es lo nuevo", concluyó el escritor mexicano.
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