Quién fuera a decirlo. De repente estás caminando en la misma ciudad de todos los días y minutos siguientes te encuentras en casa de un famoso compositor inglés, Michael Nyman, conversando con él en su estudio de trabajo y además descubres que es una persona muy atenta, mucho más sencillo que otros actores, cantantes, intelectuales con los que he tenido la posibilidad de conversar.
La diferencia es que Nyman no es cualquier famosillo, es un hombre culto, un hombre vivido, un hombre serio en su trabajo pero también un juguetón, un pícaro como el dice.
Esa foto se la tomó mi compañero David el día de la entrevista, así lo encontramos:
Sentado sobre un moderno sillón de tela rosada arrinconado en una esquina de su estudio con piso de duela, en el que hay pocos muebles, un piano y avanzadas computadoras color negro que contrastan con el blanco de la habitación, Michael Nyman, célebre compositor inglés, mira por las amplias ventas el vuelo de los pájaros al atardecer y escucha el trinar de las aves junto con el ruido de cláxones y las voces tiernas de niños que salen del colegio.
En esta ciudad (México), en su casa (en un tranquilo bario de la colonia Roma) y particularmente en este estudio se siente como en el Paraíso:
“Es básicamente reconocer, ‘me siento tan jodidamente afortunado de estar en esta ciudad’, no es basura sentimentalista, aquí me siento completamente en casa, este concierto es mi forma de juntar a mis amigos y a mis fans y, por primera vez en dos años de ser un residente de esta ciudad, retribuir todo lo bueno que me han dado”, apunta.
El concierto
Nyman ofreció en solitario un concierto con canciones de su disco The Piano Sings, en el que se recopilan algunos de los temas creados especialmente para los soundtracks que le han dado fama internacional, como la inolvidable y dramática pieza “The Heart Ask Pleasure First”, de la película El piano.
En el concierto que se realizó en un ambiente muy íntimo, Nyman interpretó al piano durante aproximadamente una hora y media, se permitió repetir en dos ocasiones esta pieza con la que se le ve bastante satisfecho, cómodo, se ve que la disfruta.
Con una botella de champagne al lado, Nyman recibió con gusto los aplausos de público y amigos quienes le cantaron las mañanitas.
Durante el concierto, además, utilizó a los costados del breve escenario dos pantallas en las que proyectó algunos de sus trabajos recientes.
Los asistentes pudieron degustar el maravilloso concierto, y me incluyo, con bocadillos de alta cocina y con bebidas de calidad. Dos copas de vino y un plato de tostaditas de atún ahumado (no atún de lata, eh) completaron en micaso la velada.
Previamente dijo: “es una forma de presentar la música que considero más íntima. Amo la música de ese álbum. Es como ccompartirles, ‘esto es lo que hago cuando estoy aquí en mi casa, mientras hablo conmigo mismo, siendo un compositor’, será una especie de fiesta”, dijo, y así fue.
Prefiero México que Londres
“En Londres camino por las calles, observo a la gente, tomo fotos, paso el tiempo, voy a restaurantes, pero aquí encontré el lugar perfecto para trabajar, la ultima vez que estuve editando unos videos con mi editor Max Pugh fue formidable (como parte de la intervención en vivo en la que incrustó videos que el filmó a El hombre de la cámara (1929), película del ruso Dziga Vertov en la Cineteca Nacional, con un acto al que denominó Nyman with an HD Camera).
"Me encanta los distractores, el ruido de la calle, los niños saliendo de la escuela, comprando helados, realmente lo disfruto. Días después en mi casa en Londres no encontré eso. Hay algo en este lugar, en este vecindario, en esta casa, en esta habitación que tocar el piano se vuelve algo más satisfactorio. En ningún otro lugar encuentro ese mismo gozo por la vida. Nunca hubiera esperado decirlo esto a nadie”, acepta con ligereza y amabilidad.
Es una casa antigua ubicada en la Colonia Roma, en cuyo interior predomina el blanco, los espacios son amplios con grandes techos, en la decoración llaman la atención algunas antigüedades, y en el centro destacan unas prominentes escaleras en espiral debajo de un amplio tragaluz que ilumina toda la casa.
Soy un poco pícaro
Sobre sus proyectos adelantó la posibilidad de presentar su intervención a la película de Vertov en el Festival de Cine de Morelia de este año: “con este trabajado me siento un poco pícaro, sí soy un poco pícaro, me he divertido mucho, hay muchas analogías y juegos visuales en esa pieza”, sonríe y agrega que aún “recolecta” imágenes para esa pieza; gran parte del material que usa lo grabó aquí:
“hace unas semanas fui a ver a los Pumas, también grabé unos muñecos de Jesús que venden en el Mercado de Sonora, incluso ayer desde la ventana de mi cuarto grabé a un hombre que talaba un árbol”, dijo.
Nyman recomienda
• En cuanto a música dice que no escucha mucha pero si pudiera recomendar algunas piezas sin duda serían las de Silvestre Revueltas.
• Sus lugares favoritos para visitar en el DF son el Museo de Antropología e Historia, la Alameda central, el restaurante Covadonga y el Centro de la Imagen.
• Entre los amigos que frecuenta está el director Carlos Reygadas.
La diferencia es que Nyman no es cualquier famosillo, es un hombre culto, un hombre vivido, un hombre serio en su trabajo pero también un juguetón, un pícaro como el dice.
Esa foto se la tomó mi compañero David el día de la entrevista, así lo encontramos:
Sentado sobre un moderno sillón de tela rosada arrinconado en una esquina de su estudio con piso de duela, en el que hay pocos muebles, un piano y avanzadas computadoras color negro que contrastan con el blanco de la habitación, Michael Nyman, célebre compositor inglés, mira por las amplias ventas el vuelo de los pájaros al atardecer y escucha el trinar de las aves junto con el ruido de cláxones y las voces tiernas de niños que salen del colegio.
En esta ciudad (México), en su casa (en un tranquilo bario de la colonia Roma) y particularmente en este estudio se siente como en el Paraíso:
«Amo esta casa, este vecindario, aquí encuentro más placer que en cualquier otro lado, es el lugar perfecto para trabajar»,dice Nyman, quien es conocido en todo el mundo por componer los soundtracks de películas de directores como Peter Grenaway y Jane Campion, y que el martes 23 de marzo celebró con el público mexicano su cumpleaños número 69 con un íntimo concierto en el Lunario.
“Es básicamente reconocer, ‘me siento tan jodidamente afortunado de estar en esta ciudad’, no es basura sentimentalista, aquí me siento completamente en casa, este concierto es mi forma de juntar a mis amigos y a mis fans y, por primera vez en dos años de ser un residente de esta ciudad, retribuir todo lo bueno que me han dado”, apunta.
El concierto
Nyman ofreció en solitario un concierto con canciones de su disco The Piano Sings, en el que se recopilan algunos de los temas creados especialmente para los soundtracks que le han dado fama internacional, como la inolvidable y dramática pieza “The Heart Ask Pleasure First”, de la película El piano.
En el concierto que se realizó en un ambiente muy íntimo, Nyman interpretó al piano durante aproximadamente una hora y media, se permitió repetir en dos ocasiones esta pieza con la que se le ve bastante satisfecho, cómodo, se ve que la disfruta.
Con una botella de champagne al lado, Nyman recibió con gusto los aplausos de público y amigos quienes le cantaron las mañanitas.
Durante el concierto, además, utilizó a los costados del breve escenario dos pantallas en las que proyectó algunos de sus trabajos recientes.
Los asistentes pudieron degustar el maravilloso concierto, y me incluyo, con bocadillos de alta cocina y con bebidas de calidad. Dos copas de vino y un plato de tostaditas de atún ahumado (no atún de lata, eh) completaron en micaso la velada.
Previamente dijo: “es una forma de presentar la música que considero más íntima. Amo la música de ese álbum. Es como ccompartirles, ‘esto es lo que hago cuando estoy aquí en mi casa, mientras hablo conmigo mismo, siendo un compositor’, será una especie de fiesta”, dijo, y así fue.
Prefiero México que Londres
“En Londres camino por las calles, observo a la gente, tomo fotos, paso el tiempo, voy a restaurantes, pero aquí encontré el lugar perfecto para trabajar, la ultima vez que estuve editando unos videos con mi editor Max Pugh fue formidable (como parte de la intervención en vivo en la que incrustó videos que el filmó a El hombre de la cámara (1929), película del ruso Dziga Vertov en la Cineteca Nacional, con un acto al que denominó Nyman with an HD Camera).
"Me encanta los distractores, el ruido de la calle, los niños saliendo de la escuela, comprando helados, realmente lo disfruto. Días después en mi casa en Londres no encontré eso. Hay algo en este lugar, en este vecindario, en esta casa, en esta habitación que tocar el piano se vuelve algo más satisfactorio. En ningún otro lugar encuentro ese mismo gozo por la vida. Nunca hubiera esperado decirlo esto a nadie”, acepta con ligereza y amabilidad.
“En México yo no veo el caos porque no me fijo en el caos,he leído sobre ello pero yo no veo el crimen, no lo siento. En Londres vivo en el mismo vecindario que Tony Blair y me siento más inseguro, hay pandilleros, asesinos y muchos pasajeros agresivos en los autobuses, que son niños de entre 12 y 15 años. Pero yo camino aquí y veo cientos de flores, en la Condesa me siento más seguro que en Londres, puedo ir hacia la Doctores, la gente me dice que no lo haga, o a la Condesa y su alocada vida.
"No me he subido al Metroporque aquí los taxis son muy baratos. De hecho dejé de usar el Metro porque me da miedo quedarme atorado en medio de un túnel, creo que es más posible morir ahí. Pero no me he subido al Metro ni en España, ni en Nueva York. Tal vez aquí debería” dice Nyman, quien en 2008 decidió comprar una en la Ciudad de México que actualmente se encuentra en remodelación.
Es una casa antigua ubicada en la Colonia Roma, en cuyo interior predomina el blanco, los espacios son amplios con grandes techos, en la decoración llaman la atención algunas antigüedades, y en el centro destacan unas prominentes escaleras en espiral debajo de un amplio tragaluz que ilumina toda la casa.
Soy un poco pícaro
Sobre sus proyectos adelantó la posibilidad de presentar su intervención a la película de Vertov en el Festival de Cine de Morelia de este año: “con este trabajado me siento un poco pícaro, sí soy un poco pícaro, me he divertido mucho, hay muchas analogías y juegos visuales en esa pieza”, sonríe y agrega que aún “recolecta” imágenes para esa pieza; gran parte del material que usa lo grabó aquí:
“hace unas semanas fui a ver a los Pumas, también grabé unos muñecos de Jesús que venden en el Mercado de Sonora, incluso ayer desde la ventana de mi cuarto grabé a un hombre que talaba un árbol”, dijo.
Nyman recomienda
• En cuanto a música dice que no escucha mucha pero si pudiera recomendar algunas piezas sin duda serían las de Silvestre Revueltas.
• Sus lugares favoritos para visitar en el DF son el Museo de Antropología e Historia, la Alameda central, el restaurante Covadonga y el Centro de la Imagen.
• Entre los amigos que frecuenta está el director Carlos Reygadas.
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