The Hurt Locker (Zona de miedo), cinta que arrasó en la pasada entrega de los Oscar y que en México pasó desapercibida en parte por la odiosa traducción con la que se exhibió, ha sido considerada por la crítica especializada como la mejor del cine bélico, género de gran tradición en los Estados Unidos, consideración que creo sólo puede tomarse como exagerada y mediática, o medianamente política porque, ¿dónde estribaría la diferencia: en la historia, en los efectos especiales, en el realismo?
Más allá de esta supuesta importancia, debo de reconocer que sin duda es una película arriesgada, interesante y muy cercana a la realidad, una película que abre una veta en el cine de nuestro tiempo. Su diferencia, aunque no tanto, con las anteriores del género es su cercanía y actualidad con el conflicto que nos presenta: la posesión de los Estados Unidos sobre el pueblo iraquí tras la guerra desatada en 2002 por el gobierno de George Bush en pos de adueñarse del petróleo del país árabe.
Dirigida por Kathryn Bigelow, quien sorprende por su sensibilidad tras la cámara para captar con lujo de detalle el tempo, la laxitud, el trago amargo que es la propia vida, la devastación, el cinismo y el sinsentido que hay atrás de esta guerra, The Hurt Locker se convierte por sus contenidos en una necesaria aproximación para entender la realidad de la guerra, su lógica de negocio y su asimilación cultural indeleble, realidad que alcanza su reducción al absurdo en un joven soldado, William James (Jeremy Renner), para quién no hay otra cosa más importante que desactivar bombas; ufano, presume su récord: 873 bombas desactivadas.
Así, la desactivación de bombas por una patrulla estadounidense en pleno Bagdad es la línea argumental de la cinta, con felices y erráticos momentos en su pretensión de espejo de la realidad. Pero con una estética documentalista que nos enchina la piel y nos hace sentir polvo en pleno proceso de desaparición.
La película muestra una constante indagación sobre el tipo de ética propio del campo de batalla: la aceptación de la muerte, ética parecida a la de los sicarios de las bandas narcotraficantes de este lado del planeta pero que es totalmente distinta, ética que en la pantalla nos habla de los resquicios del honor y del valor en un mundo sin heroísmo.
Si hablamos de crítica directa o panfletaria deberíamos pensar en Robert Redford y su Leones por corderos, donde expone la inmoralidad con que se proyecta a miles de jóvenes a perder la vida voluntaria y obcecadamente por un valor intangible como la patria y el honor.
Bigelow trasciende la visión panfletaria, la crítica con sentido político o la pertinaz moralina que suele ir detrás de este tipo de cintas y prefiere indagar libremente para mostrar el acendrado peso que tiene el honor y la guerra misma en la cultura de los Estados Unidos pero lo hace sin prejuicios de por medio, ese es su gran éxito, su verdadera importancia.
Los recursos formales, técnicos y visuales la hacen una cinta muy bien lograda que por la cercanía del momento histórico lo hará estremecer. No por nada fue considerada por la Academia de Hollywood la mejor película este año.
The Hurt Locker
· La visión del conflicto la puedes completar también con otras películas como La batalla de Hadiza, Las tortugas pueden volar, Leones por corderos, Redacted, W, entre otras.
· Cuenta con las actuaciones de Jeremy Renner, Anthony Mackie, Brian Geraghty e intervenciones de Guy Pearce, Ralph Fiennes y Evangeline Lilly.
· Ha sido puntuada por los críticos más importantes de EU con 93 sobre 100, se perfila como gran cosechadora de premios Oscar.
· The Hurt Locker recibió una ovación de 10 minutos en el Festival de Venecia, dónde cosechó 4 premios.
· Con esta película, Kathryn Bigelow ganó el máximo galardón del gremio de directores estadounidenses (DGA) en Los Angeles.
1 comment
Buen comienzo
28 de septiembre de 2010, 2:10Publicar un comentario