El nuevo video de Arcade Fire es la onda. No, no, eso es poco, es la revolución, sí la revolución en cuanto a la realización de videos comerciales de una canción de una banda de rock y de cualquier tpo. Si bien las narrativas en los videos musicales habían tenido un regreso importante y denso con videos como el video de la canción "Wrong", del último disco de Depeche Mode o con las narrativas más simbólicas de "Bad Romance", de Lady Gaga, el video de la canción "We Used to Wait", de su nuevo material discográfico The Suburbs, es la aplicación de las tecnologías de la información a una obra de arte, en el vdeo la experiencia que se busca en el receptor (espectador que no es pasivo) es más personal y para ellos combina las herramientas del HTML5, el flash y las imágenes de Google Earth.
La canción se refiere, y de forma más general el disco entero, a aquellos años en los suburbios, para la banda canadiense, reflexión que se comparte al expandirla a "aquellos años", es decir a la memoria de los tiempos en donde se forjó nuestro carácter. Por ello, para que el video dirigido por Chris Milk se cargue en nuestras computadoras (se debe usar estrictamente el navegador Google Chrome o Safari), debemos seleccionar la zona en que nacimos (si tenemos problemas podemos seleccionar otra ciudad, con el DF sí se pone un poco difícil) y a partir de ello el programa The Wildernees Downtown, de forma automática, selecciona algunas imágenes satelitales bajadas de Google Earth para hacer la experiencia más personal.
El programa The Wildernees Downtown es la plataforma o sitio de Internet desde donde debemos echar andar a correr nuestro video (se convierte en tuyo porque se te involucra en el resultado final).Esta herramienta digital combina el uso coreográfico de ventanas de navegador que de acuerdo con la canción van intercalándose (abriendo o cerrándose) en la pantalla de nuestro ordenador en el que se carga la música, las imágenes satelitales, animaciones, video y el detalle de esta experiencia es que si no ha sido suficiente con las imágenes de tu barrio en donde has visto correr al chico que es protagonista de esta historia (despersonalizado porque nunca se le ve el rostro) se te invita a escribir en otra ventana un mensaje para aquel niño que has dejado de ser. En este espacio de creatividad e imaginación se apela a tu intervención por conducto de la memoria.
La tipografía programada es parecida a ramas de árboles, un símbolo poderoso y constante y sobre todo requiemesco del video. Hacia el final del video, los árboles comienzan a sembrarse acompañando la carrera del muchacho. Hay mucho que sembrar y mucho qué seguir creciendo. La fuerza que tienen esos árboles que emergen como frutos espontáneos, la belleza y libertad que confiere el vuelo de los pájaros que también nos acompañan a lo largo del video, y la apelación al espectador a que se involucre con la histroia son un giro radical que en hora buena ha sido aprovechado por una de las banadas más importantes de nuestra época.
Aquí dejo el link para que experimenten esta obra personalizada en tiempo real.
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