Lady Gaga llegó para quedarse

domingo, 12 de septiembre de 2010

Es mucho más que una simple estrellita pop

Stefani Germanotta, mejor conocida como Lady Gaga, es el gran fenómeno de nuestro tiempo. Todo lo que tenga que ver con ella es noticia y esa noticia da la vuelta al mundo en unos minutos gracias al Twitter, que ella utiliza con entusiasmo: es su propio Paparazzi. Además, Lady Gaga aparece en las portadas de todas las revistas, las de moda y las de rock, concita fans de todo tipo: gays, metaleros, niñas fresas de secundaria, profesores universitarios, neo-hipsters, neo-punketos, y neo-intelectuales; llena todos los foros en los que se presenta y gana todos los premios que una cantante de pop puede obtener.


Lady Gaga es un símbolo de nuestra época, una artista en el gran sentido de la palabra y un fenómeno de mercado que llegó para quedarse. Esa es la única manera de entender que esta jovencita de apenas 24 años de la noche a la mañana se haya convertido en una de las personalidades más influyentes de nuestro mundo y parece que la historia apenas comienza.

Desde el Pop de Warholl


Mucho se ha hablado de que la cantante es la sucesora de Madonna en el reinado del pop, y en gran parte se le ha relacionado con la icónica cantante debido a que Gaga ha reciclado los elementos visuales que Madonna utilizó cuando joven. Sin embargo, dejémoslo claro: Madonna no será su rival a vencer ni su antecesora de nada, aún y si Madonna lograra retar a las leyes naturales y conservarse buenísima hasta los 100 años, Lady Gaga tendría su lugar asegurado, porque lo que ella hereda es toda la estética pop que ingenió a inicios de los 60 el artista neyorkino (a los dos los hermana Nueva York no sólo en el aspecto estético sino también en el temperamental), Andy Warhol. Ella lo ha dicho: “mi estrategia personal como artista pop va en el sentido warholiano de la palabra”.


Cuenta Warhol en el libro POPism (Alfabia, 2008) que sus amigos neoyokinos, todos ellos artistas de renombre, le decían cosas como ésta: “la gente quiere verte. Tu aspecto es responsable de tu fama: alimenta la imaginación”. ¿No le suena muy Lady gaga? Si no lo cree repare en los estrafalarios atuendos de la morena teñida de rubia y casi al punto de la anorexia.


Cuando a Warhol alguien le decía que llegaría a ser muy famoso, él reaccionaba con una cara de felicidad; le parecía estupendo: “No importa lo bueno que seas; si no te promocionan bien, no serás uno de los nombres recordados”, dice en el libro citado. Pero lo mismo ocurre con Germanotta: en la entrevista publicada por la revista Rolling Stone, de julio de 2010, la cantante le dice al reportero a modo de sugerencia: “utiliza las declaraciones que me convertirán en una leyenda”, y luego afirma “Quiero ser una leyenda”, para terminar con una pregunta un poco ingenua: “¿Estoy muy mal?”.


Tanto Germanotta como Warhol son famosos desde antes de que la demás gente lo reconociera, en ese sentido su proceso de fama es inverso al tradicional (natural): ellos solitos se auto crearon una imagen de famosos para al final convertirse en iconos de época.

Esa es la verdadera herencia de Lady Gaga, quien toma desde el arte, el espectáculo y la economía, la estafeta del artista pop de peso. Por lo mismo cuando se la cataloga como artista pop habría que pensar que entre ella y las demás cantantes o grupos popis hay una enorme e infranqueable diferencia. Hasta por el lado anecdótico esto resulta contundente: Lady Gaga le componía canciones a Britney Spears y a Christina Aguilera; jamás canta con play-back; ella compone sus propias canciones (letra y música); se permite incorporar arreglos acústicos para interpretar sus piezas en un tono jazzista acompañándose de un piano que ella toca; sus primeros vestuarios ella misma los diseñó. Ninguna otra hace eso.


De la pasarela narrativa a la performatividad interpretativa


Hace exactamente un año, Lady Gaga haría historia, pero en términos distintos a como los haría hoy con las categorías en que ganó en los Premios MTV. En aquella ocasión Gaga ya no era la nueva chica rubia, y lo comprobó con una de las actuaciones en vivo más impresionantes y más cargadas de dramatismo e intensidad que se han realizado en esta premiación anual, que vaya que tiene experiencia.


Ataviada en un elegante pero al mismo tiempo estridente atuendo color blanco, en un escenario al mismo tiempo minimalista y barroco, la cantante incorporó el elemento preformativo de una manera poderosa: interpretó una versión arreglada (más oscura, menos pop y con una línea vocal más grave) de su canción “Paparazzi”, acompañada de una veintena de bailarines (hombres y mujeres) de cuerpos perfectos. Caminando con paso serio hacia un piano se sienta en un banquito de espaldas al público y sube la pierna izquierda en el teclado del instrumento. Interpreta como una desquiciada un solo de piano que dura 20 segundos. Acto seguido, la canción sigue en su estribillo mientras Gaga se levanta y camina con paso cansino hacia el centro del escenario mientras un hilo de una sustancia roja le resbala por la ropa tiñéndola de un tojo intenso. La interpretación vocal de Germanotta gana en intensidad sin que pierda la afinación. El público aplaude conmovido y conmocionado.


El escritor francés Christian Salmon en su interesante y agudo ensayo Kate Moss Machine (Península, 2010), apunta una nueva categoría para ese tipo de individuos que se convierte en narradores de si mismos, como Lady Gaga, que se sirve de sus atuendos, sus videos y sus conciertos para presentar una identidad camaleónica: la categoría de Salmon es homo narrens. Un individuo “dispuesto a todo para captar la atención de sus semejantes”, como Warholl, Gaga y, dirá el francés, Kate Moss.


El performance de Lady Gaga en la entrega de Premios MTV de 2009, es un eco de lo que 20 años antes hizo la modelo británica pero en una pasarela de moda y no en un show de música: en uno de los primeros desfiles de modas en que participó Moss, inspirado en la huida de Anastacia, la hija pequeña del zar Nicolás II, el diseñador de modas John Gilliano le dijo: “OK, Kate, te persiguen los lobos”. Moss entró a la pasarela y se puso a correr “como desesperada” con su figura esquelética, baja de estatura y frágil que también transgredirían los cánones de la moda.


Años más tarde, Moss encarnaría (con muy poca carne) el prototipo de belleza que pervive hasta nuestros días. La misma motivación la comparte Gaga: ella se convierte en un monstruo a partir de la moda, incluso se asume como un monstruo a quien nadie quería en la secundaria. Por tal motivo todos los freaks y no tan freaks del mundo encuentran en ella un reflejo perfecto. Gaga cada vez que habla de sus fans se refiere a ellos como “my little monsters”. Su primer disco (en su versión complementaria) se llamó The Monster Fame.


Así, Gaga es la diva de una época en la que se tiene una actitud muy pop, como diría Warhol, la cual consiste en “ver las cosas como son”. En el fondo la estética de Gaga es una metáfora del cambio constante: cuando nuestra personalidad se ve obligada a mutar (rápidamente) de acuerdo con las circunstancias, mutación que nos convierte en mutantes, pero ante la cual se puede mantener una esencia. Por eso Lady Gaga repite hasta el cansancio: “I’m a free bith, baby”, sin más.


Diva de la era digital


Más de 270 millones han visto "Bad Romance" en Youtube. y en total todos sus videos han sido vistos más de 908 millones 853 mil veces en su canal de dicho sitio.

Más de 64 millones de visitas en Myspace, donde sus canciones han sido escuchadas más de 423 millones de veces.

Más de 5 millones 987 mil seguidores tiene en Twitter, donde es la persona más seguida.

A más de 16 millones 867 mil les gusta su perfil de Facebook.

Hace un par de semanas, el cómic biográfico Fame: Lady Gaga (Bluewater, 2010) se agotó el día de su publicación.

Los boletos para su concierto en el Foro Sol se agotaron el mismo día que se pusieron a la venta. Con el anuncio de su nueva fecha, la cantante será una de las pocas personalidades que se hayan presentado en tal escenario en dos o más fechas consecutivas. Se une a la lista que integran Radiohead, Metallica, Depeche Mode y Paul McCartney.

1 comment

Anónimo dijo...

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19 de abril de 2013, 19:17
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