Donde viven los monstruos, Spike Jonze

miércoles, 31 de marzo de 2010

Donde mora lo salvaje

Convierte Jonze libro de niños en película para adultos


Una cálida noche en 2008, el cineasta norteamericano Spike Jonze se encuentra de pie en su habitación dándole vueltas a la idea de cómo resolver cinematográficamente un cuento para niños que consta apenas de 200 palabras, "Were the wild things are" (Donde viven los monstruos), de Maurice Sendak, cuando de pronto, inquieto como su personaje enAdaptation (El ladrón de orquídeas), decide que no hará una película para niños sino usará como base el libro de Sendak para desarrollar una idea personal y crear una historia sobre las emociones más primarias del ser humano.


El resultado es Donde viven los monstruos, que se estrena este jueves 1 de abril en las salas de nuestro país, una película digna de toda la atención, crítica de la condición humana, en donde los silencios y los gruñidos bestiales introducen un lenguaje salvaje e instintivo que nos devuelve la mirada; sin duda una de las películas más arriesgadas de este director de culto que se hizo ayudar del trabajo creativo de talentos indiscutidos.


La película nos cuenta la historia de Max, un niño de unos 10 años que ha perdido a su padre, que no sabe lidiar con su hermana adolescente ni entiende que su madre busque rehacer su vida, por ello siempre reacciona con una actitud violenta y desmesurada, el clásico niño latoso sobre quien decimos busca llamar la atención, pero en el fondo Max sufre y sabe que no ignora la verdadera razón de su comportamiento, a su madre le dice: “yo no tengo la culpa”, y es que en realidad nadie tiene la culpa de ser instintivamente salvaje.


Y en esto encontramos la diferencia con el libro, Spike Jonze y Dave Eggers, guionista,retratan en la película la irrupción inesperada e incontrolable de las emociones y sobre todo de la locura, la locura cercana y aceptable, la de los adultos.


Max huye de casa y llega a una isla habitada por feos muñecos de peluche gigantes que hablan, sienten y se expresan como humanos, y que tienen cualidades extraordinarias como saltar a elevadísimas alturas sin tomar vuelo, construir en tiempo récord torres de impresionante solidez y factura con ramas pesadas y con la fortaleza para destruir árboles como si fueran hojas de papel.


El niño los espía y en ese momento entre los monstruos reina una pesada confusión, uno de ellos, Carol destruye sus casas y les pide que lo ayuden. ¡Por fin, Max ha encontrado un alma gemela!, así que, ante la impavidez de los monstruos, toma un palo y corre para ayudarle a Carol lanzando gruñidos que espantan a algunas bestias, sin embargo su fuerza no es suficiente.


Carol lo mira con curiosidad y las demás bestias, con hambre, por eso lo acorralan. Ingenioso, el niño se defiende diciendo que no lo ataquen porque él ha sido rey de unos sujetos llamados vikingos. Las bestias no saben qué es eso pero lo que sí les importa es que Max es un rey. Carol, emocionado espeta: ¡por fin, tenemos un rey!, y abandonando la idea de comerlo le dan su centro y le ponen su corona. ¡Qué más puede un niño pedir!


Ese mundo maravilloso poco a poco irá perdiendo su brillo. Las difusas intenciones de los monstruos, sus personalidades complejas teñidas de neurosis pura: amor, deseo, celos, rencor, autocompasión, envidia, insensatez, le revelan a Max su propia naturaleza. Finalmente, advierte que ha llegado a un lugar muy parecido a aquel del cual huyó.


Las secuencias finales de la película son de una potencia poética impresionante que bien valdrán algunas lágrimas.


Sin caer en el aleccionamiento barato ni en el pesimismo absoluto, Jonze construye una poderosa película, a la vez que visualmente bella y acústicamente deleitable, para mostrar el cinismo y la poca higiene con la que los adultos se relacionan entre sí y con el mundo, cómo se autoflagelan esperando la compasión de otros, y cómo manipulan a sus seres queridos por medio del chantaje. Un libro para niños convertido en una película para adultos. Los dos, humanos; los dos, salvajes.


CALIDAD GARANTIZADA


La lista de los talentos que participan en esta película es larga: comencemos por el reconocido guionista y escritor Dave Eggers, los músicos Karen O (Yeah Yeah Yeahs) y Carter Burwell que elaboran un soundtrack dulce, irritante y contundente; el fotógrafo Lance Acord y el diseñador K.K. Barrett, quienes trabajan con Sofia Coppola y desarrollan planos y escenarios de lujo, más la producción de un tipo de categoría como Tom Hanks, aunada a la cercana participación de Maurice Sendak.


Por el lado de los actores no podemos dejar de lado las actuaciones de Catherine Keener y Mark Ruffalo, dos actores comprobados. El niño Max Records sorprende por su verosimilitud y por soportar una historia seria.


También destacamos los muñecos desarrollados por Jim Henson más las voces de Gandolfini, Cooper, Dano y Whitaker.

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