The Mars Volta, The Bedlam in Goliath, México 2008

jueves, 18 de diciembre de 2008


Se presentaron en el Salón Vive Cuervo

Todo un trip, bro





Silencio y de pronto una luz azul y el primer compás de “Fistful of dollars”, de Ennio Morricone, preludio para el torrente de improvisación energética que oscilará entre lo silvestre y cauteloso y que pondrá en trance a los asistentes del concierto de The Mars Volta.

Así suele irrumpir en escena esta banda estadounidense que se presentó en el Salón Vive Cuervo de la ciudad de México el pasado viernes 7 de noviembre en la gira promocional de su más reciente disco The Bedlam in Goliath (2008), la síntesis de un rock que nunca está desligado de los conceptos y que por lo mismo se convierte en toda una propuesta mística y psicodélica.

Debido a la seguridad con que plantan en escena sus delgados cuerpos y a sus bailes latinos al interpretar la estridencia del rock, se vuelven imponentes en un ambiente intenso con canciones de 15 minutos que puede envolver o desesperar.

Por eso, muchos, después de verlos en vivo, han dicho que están re locos, que son re pachecos y que si quieres ir a ver a unos “atascados” hacer ruido, pues órale que te rifes (o sea que vayas).

Mientras que sus fieles seguidores hablan de la pura fuerza con la que suben al escenario, misma que los dota de una autoridad mística con la que pueden conminar a los presentes incluso a no hacer slam. Cedric, el vocalista, se ha llegado a mofar de los asistentes diciéndoles “demasiada testosterona” o comparándolos con borregos.

Lo que no ocurrió en su último concierto en la ciudad de México, en el que The Mars Volta cumplió las expectativas de un público en su mayoría adolescente.

Decenas de chavos que quieren parecerse a sus ídolos, Omar Rodriguez y Cedric Zavala, así como un sector joven y no tanto que renuncia a dejar de rockear aunque la edad adulta empiece a anunciar su llegada, abarrotaron el lugar, corearon y brincaron motivados por los alucinados movimientos de Cedric y por los ocurrentes bailes de Omar con su guitarra, movimientos que parecerían cercanos a lo sensual y erótico; Omar hace gemir su lira como si fuera una mujer en pleno orgasmo.

Este guitarrista también hacía las veces de director musical coordinando desde el centro del escenario los movimientos de sus compañeros: desde los vacíos impulsivos dejados por el vocalista Cedric hasta la duración de los compases para los solos sumamente intensos del baterista, todo un fenómeno en los tambores. Además, la improvisación llevaba al público a un trance hipnótico en espera de más sorpresas.


The Mars Volta y sus canciones

La banda originaria de El Paso, Texas, está compuesta por Omar Rodríguez López, puertorriqueño, y Cedric Bixler Zavala, mexicoamericano, que anteriormente integraron las bandas De Facto y At the Drive In.

Su estilo se puede considerar como nuevo rock progresivo folk. Por eso se puede decir que es una de las pocas bandas que logran hacer algo similar a lo que hizo Pink Floyd y Joy Division: innovar mediante la mezcla de diferentes estilos como el jazz, el folk, el progresivo, los arreglos psicodélicos, la guitarra flamenca, la intervención de metales como trompetas.

Además, han roto con muchos patrones iconoclastas: su origen latino en un mercado anglosajón, su independencia de estilo y la colaboración interbandas; con John Frusciante, por ejemplo.

Cedric Bixler Zavala

Entre sus canciones más importantes se encuentran: “Televators”, “Roulette dares”, “Viscera eyes”, “Lvia Vazquez”, “Meccamputechture”, “Cicatriz”, “Eriatarka”, “The Widow”, “Son et lumiere”, “Inertiatic esp”, “Miranda this gost isn’t holly animore”.

Por su parte, las letras de su nuevo disco The Bedlam in Goliat integran en una misma historia otras tres, además de retomar muchas de las figuras y símbolos utilizados en sus discos pasados. Hacen mención a Phreneo que es una cabeza que está abierta en el álbum y de ella escapan pensamientos, luego De-Loused in the Comatorium (2003) yuxtaponen esa figura con alguien que está en coma, esa es la historia que se cuenta en De-Loused, basada en uno de los amigos de Omar y Cedric, Julio Venegas, que falleció al aventarse de un puente.

En el álbum se narra la historia de Cerpin Taxt, un hombre que cae en coma luego de abusar de la morfina, un personaje que vive en coma en un universo y el que no ha despertado pero vive en el mismo, a su vez hablan de frases proféticas, figuras bíblicas y demonios y serpientes.

Omar Rodríguez López
En 2005, The Mars Volta lanzó su segunda disco, Frances the Mute, inspirado en un diario de Ward, uno de los integrantes de la banda que murió por una sobredosis de heroína, encontrado en su coche tras su muerte. Las canciones del disco están basadas vagamente en las personas descritas en el diario.

Luego, en Amputecture (2006), las figuras bíblicas son más visuales (los filisteos y pasajes del Antiguo Testamento) aún en un estado de inconciencia o trance. Amputecture si lo tocas sin parar no empieza ni termina, sólo está dividido en subcanciones como si fueran versículos, los títulos son mezcla de nombres mitológicos con español y partes en francés como “Cul de sac”, “Cygnus”, “Eriatarka”.

En este álbum hay imágenes a la lengua, al arte, finalmente se pierde el sentido del habla como cuando uno entra en trance. Empiezan a hablar de un oráculo o de un ente que trasmite profecías. Es la historia de un regalo que Omar dio a Cedric: una Ouija que compró mientras viajaban en Jerusalén y Egipto.

En The Bedlam in Goliat, la canción llamada “Ourobos” está dedicada a sucubus e incubus; el arte hace total referencia al Antiguo Testamento (serpientes, símbolos fálicos, Salomé) y usan este álbum para darle poder a la ouija.

Portada del disco The Bedlam in Goliat (2008)


Cuentan que al regresar de Egipto se fueron a una cabaña y contactaron a Ward, el ex integrante que murió de sobredosis. Cedric ha llegado a decir que querían deshacerse esa tabla porque les estaba haciendo daño.

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